Los niños españoles intoxicados en Portugal reciben el alta
Los jóvenes, que fueron ingresados con vómitos, diarrea y fiebre, han vuelto a sus actividades en un campamento de la costa lusa
LISBOA Actualizado: GuardarEl medio centenar de niños españoles hospitalizados ayer en Portugal por una intoxicación alimentaria han recibido ya el alta médica y han vuelto a sus actividades en un campamento de 'scouts' de la costa lusa.
Según ha informado uno de los responsables del grupo, Javier Bermejo, todos los afectados han abandonado los hospitales donde fueron atendidos sin haber sufrido síntomas graves.
Desde anoche, los cerca de 130 integrantes del campamento, todos españoles, se han trasladado a las instalaciones de un colegio habilitadas por el ayuntamiento de Cantanhede, ubicado en el distrito de Coimbra. Los jóvenes, que proceden de Salamanca, Badajoz y Toledo, acampaban en la cercana playa de Palheirao, en la mitad norte del país.
Bermejo ha asegurado que los chicos se recuperan "con normalidad" después de la crisis sanitaria que se desató el día anterior, que supuso la movilización de los servicios lusos de protección civil, una veintena de ambulancias, equipos médicos y las autoridades municipales.
Los menores, que sufrieron vómitos, diarrea y fiebre, fueron repartidos por dos hospitales de Coimbra y los de Figueira de Foz y Aveiro, y algunos de ellos fueron tratados en el mismo campamento, en un puesto médico de emergencia.
Investigación sobre las causas
Después de evaluar el incidente, las autoridades portuguesas optaron por trasladar a los chicos españoles al colegio mientras llevan a cabo una investigación en el campamento sobre las causas de la intoxicación, que todavía no han sido aclaradas.
El alcalde del municipio, Joao Moura, ha dicho que el origen del problema podría estar en el agua con la que los acampados se duchaban y se lavaban los dientes, aunque ha subrayado que hay que esperar a los resultados de los análisis. Por su parte, Bermejo ha lamentado los problemas y ha afirmado que, antes de acampar, se les informó de que el agua "no era potable, pero no que estaba contaminada".
A pesar de los inconvenientes, los responsables del campamento han decidido que el grupo siga con sus actividades, aunque con algunos cambios en el programa y un cuidado especial con los afectados por la intoxicación.
Autoridades sanitarias y municipales han resaltado que en ningún momento hubo casos de gravedad entre los niños afectados, con edades entre los 10 y 17 años. El alcalde de Cantanhede ha destacado que el municipio "ha dado todo el apoyo logístico y sanitario" para atender a los niños españoles en coordinación con Protección Civil y el Instituto Nacional de Emergencia Médica.
Los chicos manifestaron desde la noche del miércoles al jueves síntomas de intoxicación que aparecieron primero en una veintena de niños. A lo largo del jueves más de cincuenta acabaron por ser ingresados en los hospitales, donde quedaron en observación y fueron recibiendo el alta de forma paulatina, sin que ninguno permaneciera más de 24 horas internado. Las autoridades lusas optaron por dar atención hospitalaria a todos los niños que presentaban síntomas de intoxicación y personal sanitario examinó en el puesto médico de emergencia a los que no parecían tener nada, aunque en varios casos enfermaron después.