Juerga en el desierto
¿Quieren vivir una semana en una ciudad de quita y pon en Nevada? Busquen este nombre: Burning Man
Actualizado:En el blog del periodista argentino Hernán Casciari está disponible, en un pulcro PDF, el segundo número de su nueva revista, 'Orsai'. En él se puede descubrir, en una pieza firmada por Gustavo Faigenbaum, una alucinante iniciativa poco conocida en nuestro país: Burning Man (el hombre en llamas, podríamos traducir). Se trata de un particular evento que se organiza cada año desde 1986 en Estados Unidos. Primero en Baker Beach (San Francisco), donde un grupo de amigos hizo un gigantesco hombre de madera y le prendió fuego, para trasladarse luego al desierto de Black Rock (Nevada), donde permanece. Ahora, el hombre inflamable tiene varios metros de altura.
Pero eso no es lo fundamental. Lo fundamental de la iniciativa es su espíritu colaborador y autosuficiente: Black Rock City es la ciudad que se erige durante la semana que dura Burning Man. En ella no se puede utilizar dinero y funciona mediante el trueque; cada cual gestiona su espacio ciñéndose a unas normas propias y particulares. La más llamativa: al marcharse no puede quedar ni rastro, literalmente. Las entradas para este año (se celebrará entre el 29 de agosto y el 5 de septiembre) rondan los 360 dólares, aunque empiezan a agotarse.
En España, con cierta discreción, también se celebra una versión propia de Burning Man en julio, no muy lejos de Zaragoza (aunque su ubicación se mantiene en secreto hasta poco antes del inicio del festival) conocida como Nowhere (ningún lugar). La web es goingnowhere.com.
Burning Man se ha ido modernizando y ha entrado, con fuerza, en las redes sociales: todo se coordina, se comenta y se prepara para la gran cita a través de internet. Aún es pronto, y tenemos tiempo. Una semana auto perdidos en el desierto, auto gestionados, y muy, muy aventurados. Como Mario Picazo... ¡hagamos una locura!