Ochenta años

Ochenta años. Sí en unos días hará 80. Dicho así y con tantas décadas vividas, parecerá que hablo de un hombre encorvado y cubierto de arrugas. Incluso que usara bastón para ayudarse a caminar.

Más lejos de la realidad. Juan es un hombre jovial, fuerte, con una piel sin apenas arrugas y ligeramente bronceada. Vital, activo, siempre dispuesto a echar una mano a sus hijos, a los vecinos y a quien lo requiera.

Sabe hacer de todo y ¡todo lo hace bien! Posee un talento natural y habilidades que otros desconocen.

Fue Policía Nacional y siempre llevó con orgullo y lealtad su uniforme. Supo defender y ennoblecer el Cuerpo por su honestidad, entrega y tolerancia.

Ahora es feliz con otras obligaciones que ha echado a su tiempo. El campo le mantiene ocupado, pero también las lecturas, los sudokus, la familia.Quizás él no lo sepa, pero la disciplina de su paso por los cuarteles le llevan, diariamente, a hacer varios kilómetros a hora temprana, haga frió o calor, que él nunca siente. Esto y su genética le llevan a estar en plena forma y le restan 5 años o más a su vida. Posee un porte de señor, que naturalmente lo es, pero además se cumple el dicho popular «el que tuvo retuvo».

Juan, dice un bolero «veinte años no es nada que feliz la mirada.» Aunque los números digan lo contrario, ochenta años tampoco es nada.

Recuerdo muy vivamente aquellos baños en el río Guadiana o llamarte bajito en las procesiones cuando acompañabas a la Virgen con tu traje de gala y los guantes blancos. Las películas que junto a mamá nos contábais al volver del cine. El turrón de la feria, los membrillos del árbol al llegar septiembre, yo en tus rodillas.

Ha pasado el tiempo y estás, estáis ahí. Por eso podemos cantar como el bolero ¡qué feliz la mirada!...y decirte que estamos orgullosos de ti, de lo que nos has dado y los valores enseñados. No olvides que si algún día me perdiera, recuerda que me busquen en mi tierra bajo el abrazo cálido de los míos y el amor incondicional de mis padres. Gracias a Dios por tenerte y ser como eres. Felicidades papá.