Velada de artesanos

El duende del niño Rubito de Parada conquista en la segunda cita de los 'Jueves Flamencos'

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Noche de artífices la del pasado jueves en el Baluarte de la Candelaria. Velada de caballeros en la segunda cita del festival del cante jondo. Cuatro nombres masculinos que deleitaron al público del Baluarte entre acordes añejos con sabor a manzanilla y nuevos timbres que engrandecen el arte. El flamenco traza nuevos estilos que se traducen en alegría y templanza. El espectáculo ¡¡Raíces!! estuvo marcado por el homenaje. Ambiente curtido en la cuna del flamenco local. A la escucha estuvieron Nano de Jerez, Rancapino, el pintor sevillano Juan Valdes y la cantaora Mariana Cornejo entre otros. El primero en arañar la guitarra fue el cantaor gaditano Ángel Pastor con el toque del Niño de la Leo. Tientos para romper el silencio. Cantaor de timbre fino, con melodía. Arranque sentimental que enamora. Alarde de melodía en las cuerdas. Un recital marcado por el dominio de los palos líricos y por el llanto en la garganta. El compás lo borda en las bulerías. Un cantaor con proyección que luce su voz en el jaleo. Baja Pastor y sube la revelación de la noche, la voz de Rubito de Parada (hijo) con el toque maestro de Antonio Carrión. Un cantaor con agonía en la respiración y garganta portentosa que conquista al auditorio. El sevillano no fuerza, no le hace falta. Cante maduro que contrasta con sones frescos. Silencios limpios que dibujan los acordes agudos. Baila el viento de levante con su compás y gracia. Y entonces, el aroma a mar, a piconera, a redecilla, a canastilla embelesa la noche. Llegan los tanguillos y lanza su conjuro. El sevillano se atreve y se corona. El público presenta su respeto con el aplauso en pie. Excepcional. El mago de la noche, el hechicero. Duende y soltura en el escenario. Culmina sin micro. En pie, con los brazos abiertos en cruz y llamando al cielo.

Antes de que la noche descanse, llega la danza del bailaor David Nieto, acompañado por un gran elenco de artistas. Raúl Gálvez y Mª José Coca al cante, Jaime de Isla a la guitarra y Edu Gómez a la percusión. El bailaor ofrece una danza elegante con garbo que deja entrever su formación de escuela. Juego de manos que borda los volantes en el aire. El tacón excelente en las llamadas y en el caminito. Destaca el trazo de las líneas y la rotura de cadera. No obstante, el cuadro adquirió demasiado protagonismo frente a la danza. En definitiva, una primera parte donde las 'raices' de los nuevos talentos se agarran con fuerza a la tierra y presagian la llegada de flores nuevas en los palos del flamenco.

Tras el descanso, toca el turno de la nostalgia, de la tradición, de la raza, de la majestad y del señorío. La pasión y el saber estar de Scapachini recala en el escenario junto al toque de Adriano Lozano. El cantaor ofrece un recital con susurro a la nostalgia. Voz curtida que acaricia la cuerda y suena a cante puro sin adornos. Abre con malagueñas que dedica a su amigo Juan Silba. El cantaor traza el drama con pellizco y llega al llanto con maestría. Complicidad de garganta y cuerda que deleita y que impone respeto y admiración. Scapachini termina su viaje lírico en su tierra con Chano Lobato. Suenan los acordes del himno “Tirititrán tran tran tran” y rompe en gracia y salero. El compás llama a las palmas. Un repertorio de cante tradicional, un homenaje a su tierra. Y es que, “eso es lo que hay, lo mejor del mundo, se llama Cai”. El encargado de poner fine a esta segunda sesión de los 'Jueves Flamencos' fue el artista Morenito de Illora, artista consagrado que ha puesto la garganta al baile de Antonio Canales y Joaquín Cortés. Al primer toque presume levante. Cante con raza ideal para el danza por su registro sentimental. Morenito de Illora hizo alarde de una voz mestiza que traza tirabuzones azabaches y corales. Cante solemne con timbre cortés. El sonido final de la velada fueron las bulerías. En este palo saca el genio y la raza y luce soberbio el jaleo. Cerró el espectáculo junto a su hijo, semilla con voz dulce. En definitiva, velada de jóvenes y añejos talentos. Nostalgia de lo clásico y guiño al futuro. Las '¡¡Raíces!!' del flamenco abrazaron el pasado jueves el escenario del Baluarte.