Los vecinos de Pescadería decidirán qué proyecto quieren para el solar

La comunidad de propietarios de los cuatro bloques de viviendas y los locales comerciales de la calle Micaela Aramburu, frente al Resbaladero, decidirán que proyecto tendrá que acometer el Ayuntamiento para adecentar el solar trasero . Éste permanece baldío desde la demolición de los otros dos bloques de pisos efectuado por el gobierno local de cara a la construcción del gran puente sobre el Guadalete.

El concejal de Mantenimiento Urbano, Damián Bornes, confirmó que los vecinos, propietarios proindiviso de este suelo, podrán elegir entre dos opciones: una consiste en la dotación de un aglomerado asfáltico y una valla de cerramiento. El segundo, más complejo, incluye la restitución de las zonas ajardinadas y un espacio para aparcamiento.

Bornes señaló que estas gestiones se han retrasado más de la cuenta por la tardanza de los vecinos en ponerse de acuerdo sobre la designación de un interlocutor válido que negocie con el Consistorio. Los propietarios recibieron hace unos diez días la noticia de que se les pondría sobre la mesa dos opciones y, según las fuente consultadas, el proyecto del 'parking' no goza de demasiada aceptación, aunque la decisión se someterá al consenso general. Lo que sí descartaron de forma taxativa fue que este espacio se convirtiera en un parque abierto al público, ya que se trata de una propiedad privada. De hecho, los vecinos cargaron contra el Ayuntamiento cuando éste derribó una parte de los bloques y se quejaron de que no se les hubiera consultado ni informado. Con lo que sí existe satisfacción es con el vallado en torno al solar, que permanecía a expensas de la entrada indiscriminada de coches desde la avenida de la Bajamar.

Pero esta obra es solo la punta del iceberg de lo que el equipo de gobierno quiere hacer en esta zona, que enlazaría la margen izquierda del río con la derecha. El puente desembocaría en la recuperada plaza de la Pescadería y el derribo de los bloques que quedan dejaría a la vista el edificio del Resbaladero. Pero aún no se han entablado las negociaciones con los vecinos, que tendrán que recibir una compensación económica por abandonar sus casas y por la parte de la zona común que les corresponde.