Un seguidor del Tea Party, en las inemdiaciones del Congreso norteamericano. / Reuters
EEUU, al borde de la bancarrota

Paralizada la votación de la ley propuesta por los republicanos

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Los temblores por la falta de acuerdo en el techo de la deuda de Estados Unidos alcanza ya a la gran banca del país asi como otros organismos internacionales y económicos, muy preocupados porque el delicado castillo de naipes sobre el que asienta la economía se venga definitivamente abajo si demócratas y republicanos no liman sus diferencias en las próximas horas. Más aún con la incetidumbre generada esta noche en los pasillos de la Cámara Baja, donde la férrea oposición del Tea Party al plan de sus compañeros republicanos atrasó la aprobación de una norma simbólica, puesto que contará con el veto del presidente Obama y también con el rechazo del Senado, de mayoría demócrata.

Las negociaciones se sucedieron durante horas en el despacho del presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boener, impulsor de la medida. Fuentes republicanas insisten en que la votación se llevará a cabo en las próximas horas. Por el momento, varios medios norteamericanos señalan que la noche será larga y prueba de ello es que varios repartidores de pizzas han aparecido con la cena.

Más aún, John Boehner, no contaba siquiera con el apoyo de un importante sector de legisladores del ala más conservadora de su partido, que exigen mayores recortes. Horas antes de la votación, la Casa Blanca instó al Congreso a concluir el «circo político» con un compromiso para evitar la suspensión de pagos antes del 2 de agosto y reiteró que el plan republicano de reducción de déficit sería rechazado.

En concreto, el plan Boehner propone reducir los presupuestos de varios organismos estatales para recortar el déficit en más de 900.000 millones de dólares a lo largo de una década, además de autorizar un aumento acorde del techo de endeudamiento de la nación para permitirle pagar sus deudas. Los demócratas se oponen porque propone elevar el techo de deuda en dos fases, con una primera que concluiría a finales de 2011 y la exigencia de un nuevo debate a comienzos de 2012, año de elecciones presidenciales.

La Casa Blanca argumenta el veto presidencial porque no atiende a la petición del Gobierno de un aumento del techo de endeudamiento lo suficientemente significativo como para evitar una recaída en esta misma crisis el año próximo. En lugar de ese proyecto, el mandatario apoya otra norma alternativa promovida por el líder del bloque de senadores demócratas, Harry Reid, que contiene recortes presupuestarios similares pero que también incluye un significativo ahorro en el capítulo de Defensa.

La banca se moviliza

Por otro lado, en una carta dirigida a la Casa Blanca y al Congreso, los responsables de Bank of America, JPMorgan Chase, Citigroup y Goldman Sachs, entre otras instituciones, desgranan los males que propiciaría la quiebra de las cuentas públicas. «Que la nación deje de pagar sus obligaciones o vea reducida la alta nota de que goza nuestro crédito sería un golpe tremendo para la confianza de empresarios e inversionistas».

A juicio de los directivos, los pilares sobre los que se asienta la prosperidad norteamericana resultarían trastocados de manera peligrosa porque «se elevarían los tipos de interés para cualquiera que solicite un préstamo, el dólar perdería peso en relación a las principales divisas, además del consiguiente hundimiento de la bolsa y el mercado de bonos». La misiva también fue suscrita por las grandes compañías aseguradoras como MetLife y Allstate.