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La UEFA reduce la sanción de Mourinho

El técnico solo cumplirá tres partidos de la sanción inicial salvo que reincida en su comportamiento

MADRID Actualizado: Guardar
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José Mourinho ha ganado una pequeña batalla a la UEFA. El Comité de Apelaciones de la UEFA decidió este viernes reducir a tres partidos la sanción al entrenador del Real Madrid por sus declaraciones "muy graves" al término de la ida de semifinales de 'Champions League' de la temporada pasada. El portugués, quien ya cumplió el primer encuentro del castigo en la vuelta de la eliminatoria contra el Barcelona, podrá sentarse en el banquillo el tercer partido de la fase de grupos, el próximo 18 de octubre.

"La sanción de cinco partidos, con un quinto encuentro suspendido por un período de prueba de tres años, se sustituye por una sanción de cinco partidos, con el cuarto y el quinto encuentro suspendido por un período de prueba de tres años. La sanción de 50.000 euros impuesta a Mourinho se mantiene", explicó la UEFA en su comunicado.

El castigo original fue impuesto por la Comité de control y disciplina de la UEFA por sus quejas sobre los árbitros y por sus insinuaciones de corrupción tras el partido de Liga de Campeones ante el Barcelona en el Bernabéu. "¿Por qué? ¿Por qué? Cada semifinal pasa lo mismo? (..) No sé si es la publicidad de UNICEF o el poder de Villar en la UEFA. Ellos han conseguido este poder, los otros no tienen posibilidad", lanzó el portugués.

Mourinho acudió este viernes para explicar aquellas declaraciones ante el Comité de Apelaciones de la UEFA en Nyon. Durante seis horas le escucharon el presidente de la comisión, el suizo Michel Wuilleret, dos miembros de éste, la francesa Patricia Moyersen y el alemán Goetz Eilers, y el inspector disciplinario de la UEFA, el suizo Jean-Samuel Leuba. El entrenador del Real Madrid estuvo acompañado por su abogado, Jean Louis Dupont, un letrado del club blanco, Álvaro García Alamán y el director de los servicios jurídicos del club blanco, Javier López Farré.

El objetivo del portugués a Suiza era rebajar la sanción y matizar sus palabras que fueron calificadas como "muy graves" e "inapropiadas" por el principal organismo del fútbol europeo. Mourinho basó su defensa en la libertad de expresión y en el "relato de los hechos" frente a la acusación de arremeter contra el juego limpio de la competición.

La resolución supone una pequeña victoria para el Real Madrid, puesto que no esperaban la más mínima reducción del castigo y para el portugués, cuyos argumentos han conseguido que la UEFA una pequeña rectificación. Ha sido un descuento leve, pero una concesión al fin y al cabo. La segunda lectura es que el comité decidió la rebaja pero mantendrá vigilado a Mourinho, quien en caso de reincidencia cumplirá los dos partidos de castigo que han sido condicionados a su "buen comportamiento". No obstante, el técnico y el club español cuentan con diez días para recurrir al TAS (Tribuna de Arbitraje Deportivo) si no están conformes con la decisión.

Un crítico habitual

La vigilancia de la UEFA del portugués se encuadra en el marco de un largo historial del luso como foco de acusaciones contra los árbitros. En 2006, el técnico criticó a Leo Messi en la jugada que costó la expulsión al entonces futbolista del Chelsea, Asier del Horno. Mourinho señaló entonces al colegiado del encuentro y aseguró que el jugador argentino había aprendido del "teatro" en una ciudad "muy cultural" como Barcelona. De hecho, es conocida su táctica en las ruedas de prensa para lanzar sus algaradas en todos los países en los que ha entrenado. "Creo que todos entendemos que no fue una coincidencia que enseñara la tarjeta roja a Sneijder. Me he dado cuenta de que no van a dejar que nos enganchemos al título", soltó en Italia después de una victoria del Inter por 2-0 ante el Milan. El técnico del Barcelona, Josep Guardiola, le calificó como "el puto amo" en este campo después de recibir una crítica directa.

En España también ha empleado la misma estrategia ganadora. El Comité Técnico de Árbitros le denunció por unas declaraciones del 25 de febrero en la que aseguraba que era "fácil" sacarles tarjeta a sus jugadores y que para sus futbolistas "la amarilla es roja y lo que no es nada es amarilla". Finalmente, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) archivó sin sanción el caso el pasado 7 de junio. Aquella rectificación supuso otra nueva victoria de un Mourinho que ha vuelto a ganar en Europa un pequeño espacio a las autoridades.