
«Actuar es como hacer el amor»
Hilary Swank es una doctora acosada por su casero en 'La víctima perfecta'La actriz de Nebraska cree que gracias a que le echaron de la exitosa 'Sensación de vivir' ganó su primer Oscar con 'Boys Don´t Cry'
LOS ÁNGELES. Actualizado: GuardarA sus 37 años Hilary Swank es una de las actrices más reconocidas en la meca del cine. Hace veinte años, llegó con su madre a Los Ángeles para convertirse en actriz. Los primeros meses fueron difíciles y tuvo que vivir en un coche hasta que consiguió su primer papel en 'El próximo Karate Kid'. Después vendrían 'Sensación de vivir' y finalmente 'Boys Don't Cry', película por la que ganó su primer Oscar. Después, Clint Eastwood le daría la oportunidad de conseguir su segunda estatuilla con 'Million Dollar Baby'.
Su último film es 'La víctima perfecta', que se estrena esta semana en España, una historia de terror donde Swank es una doctora que se traslada a Brooklyn y descubre que su casero (Jeffrey Dean Morgan) es un acosador. Filosófica, inteligente y muy directa, Swank derrocha simpatía. Ella es la protagonista de su propio cuento de hadas, una mujer de carne y hueso que ha hecho realidad ese sueño americano del que tanto se habla.
-¿Qué es lo que le da miedo en la vida?
-Todos los personajes que interpreto me asustan porque no sé si voy a ser capaz de representarlos.
-¿Lo que hace grande a un actor es no tener miedo ante un nuevo reto?
-Tienes que enfrentarte a tus propios miedos, comprometerte al cien por cien. Uno no tiene éxito quedándose parado. Eso significa caer, cometer errores y no trabajar bien porque esperas que la gente a tu alrededor te solucione tus problemas. Superar los miedos es lo que hace que la vida sea rica, llena de experiencias. Solo se vive una vez y yo trato de preguntarme cada día hacia dónde voy, demostrando al mismo tiempo que vivo por y para lo que creo.
-¿La suerte hay que buscarla?
-Siento que cada persona forja su propio destino. Creo en la determinación y la lucha por conseguir lo que quieres, aunque la suerte juega siempre un factor importante. A mí me echaron de 'Sensación de vivir' y a las tres semanas me ofrecieron 'Boys Don't Cry'. Si no me hubieran echado, no habría protagonizado la película que me llevó a ganar mi primer Oscar.
-¿Está orgullosa de lo que ha conseguido?
-Mi desarrollo como actriz no ha sido rápido aunque la audiencia tenga esa impresión. Pero tampoco tengo una actitud altiva al respecto. No pienso: «Ya era hora de que me tocase el reconocimiento». Al contrario, creo que todo sucede en el momento adecuado. Todo lo que he hecho ha sido por una razón. Yo no he estudiado, no he ido al colegio, no he dado clases de interpretación, no he ido a ninguna escuela de drama. Hacer películas de adolescentes y series de televisión me formó como actriz. Estoy muy satisfecha de mí misma como mujer y como artista.
-Tiene ya dos estatuillas, ¿qué significan para usted?
-Los premios son la guinda del pastel pero la verdadera recompensa es la interpretación. Meterme en la piel de mis personajes es mi pasión más profunda. Amo interpretar. Así de simple.
-¿Por qué?
-Es inexplicable. Cuando actúo me encuentro en estado de éxtasis. Actuar es como hacer el amor.
-¿Cree que se ha conocido más a sí misma a través de sus personajes en el cine?
-Más que a ti misma, aprendes a saber más de tu propia vida. Actuando vives vidas que de otra manera nunca conocerías. Aprendo con mis personajes porque me enriquecen como ser humano.
-¿Qué le lleva a elegir un personaje u otro?
-Un personaje tiene que despertar mis emociones. No siempre estoy buscando lo mismo pero necesito algo que se convierta en un reto para mí, algo nuevo que no haya leído antes.
-¿Suele perseguir directores?
-Sin duda. Es interesante combinar tu trabajo con el de un actor o un director que admiras.
-¿Se siente ahora más sexy que cuando empezó su carrera?
-No creo que las cosas materiales me hagan sentirme más madura. Crecer significa aprender de tus errores, enfrentarte a tus retos. Eso me hace crecer y sentirme sexy.
-¿Es difícil ser famoso?
-Depende de qué razones te hayan llevado a formar parte de este mundo. Jamás he deseado ser una celebridad, lo único que yo he buscado es ser actriz.
-¿Le gusta la atención?
-Es algo a lo que no te acostumbras nunca. La fama es una golosina que alimenta un ego absurdo que no existe. Es muy extraño encontrarte en mitad de mucha gente pidiéndote un autógrafo porque por dentro eres la misma persona, la misma que vivió todas las cosas, lo fácil y lo difícil.
-¿A quién admira?
-A mi madre. He visto de primera mano cuánto ha tenido que luchar para salir adelante y cómo ha conseguido lo que quería.