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CARTAS A LA DIRECTORA

Copago en la sanidad

JOSÉ MARÍA ARAUZ. CÁDIZ
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Como diría el presentador y cómico Gran Wyoming las noticias ya las sabemos, ahora toca decir la verdad: 1.- La sanidad pública es un derecho social y humano. No debemos estar ligados a la caridad y a la asistencia social. La gran mentira de los defensores de la privatización de los centros sanitarios públicos y del copago es hacernos creer que la sanidad pública es gratuita. No es cierto, ya que los ciudadanos pagamos los servicios sanitarios a través de nuestros impuestos. También cabe recordar, que ya existe un importante copago para los medicamentos, el 40% a los trabajadores en activo y el 10% a los pensionistas. 2.-Hablar del co-pago sanitario solo obedece a una ideología que considera que la salud de los ciudadanos debe estar controlada por lo que ellos llaman mercado. A estos grupos mediáticos conviene recordarles que en España tenemos nueve millones de pensionistas, cerca de cinco millones de parados y según datos muy recientes somos alrededor de diecinueve millones de enfermos crónicos con una franja de población de 64 a 74 años. Tampoco tienen en cuenta a las familias de rentas bajas. 3.- El sistema sanitario público necesita medidas solidarias por parte de todos para garantizar su sostenibilidad, aplicación de planes de austeridad. Se hace necesario el aumento de presupuesto para consolidar su funcionamiento. Por otro lado el dinero de nuestros impuestos destinados a sanidad. No debe ser desviado a otros sectores, como puede estar ocurriendo en muchas comunidades. También sería lógico que los ingresos procedentes de impuestos directos sean mayores para quienes tienen la renta más altas. Es importante recordar que España es uno de los últimos países de Europa en gasto público sociales por habitante. Todo es mejorable, pero se puede afirmar que tenemos unos de los mejores sistemas sanitarios públicos del mundo. Por lo tanto este sector estratégico es uno de los pilares del Estado del bienestar más importante de nuestra democracia. Por ello digo: '¡No a una sanidad para ricos y otra para pobres!'.