La Barbera de Sicilia
Los británicos ven a Rita Barberá más como alcaide que como alcaldesa
Actualizado: GuardarHasta ahora, gracias al refranero popular, habíamos oído hablar de Rita la pollera, Rita la churrera y Rita la cantaora. La política nos ha proporcionado a otra Rita memorable: la alcaldesa. Pero nada sabíamos hasta hoy de Rita la 'alcaidesa' (con i) o, por decirlo llanamente, Rita la carcelera. Y sin embargo existe. Se llama Rita Barbera, sin acento en la a, es la nueva directora de la cárcel de Palermo (Palermo, Sicilia, cárcel... ¿Se van haciendo una idea del ambiente?), luce una melenita rubia y de cara se parece a su tocaya levantina tanto como Rita Barberá se parece a Sharon Stone. Sin embargo, el diario británico 'The Telegraph' las ha confundido (así va la prensa anglosajona). Ha colocado la foto de nuestra Barberá (con tilde) en una noticia referida a la Rita Barbera siciliana, y sin tilde. Y curiosamente de atildados va la cosa, pues según esa información aquello no es una prisión, aquello es una pasarela. Porque, sí, uno se imagina la cárcel llena de gente dando vueltas por el patio en pijama de rayas o en raído chandal gris de mangas recortadas (tendencia que impuso el temible 'Malamadre'). Pero eso solo pasa en las películas tipo Alcatraz. La cosa ha cambiado mucho y la moda ha traspasado las rejas. El penal de Palermo, sin ir más lejos, estaba plagado de mafiosos campando por sus respetos en suéters de cashmere y elegantes camisas de seda; de Valentino, Armani y Gucci para arriba. Con decirles que a esa cárcel la llamaban el Grand Hotel Palermo se lo digo todo. Hasta que ha llegado esta Rita (un nombre que por lo visto imprime carácter) y ha dado un puñetazo en la mesa. Se acabó el vicio del marquismo. Barbera (sin tilde) está dispuesta a darle un radical afeitado, con navaja y sin espuma, a la 'pijomafia'. Una astuta guerra psicológica que no se le habría ocurrido ni a Gila. Porque a ver... ¿en qué se queda un 'capo' desaliñado y vestido de mercadillo? Francamente, en nada.
Cosa distinta es esa errata garrafal del 'The Telegraph'. Pase que en los telegramas las agudas no se acentúen y que en inglés ni siquiera haya tildes. Cierto es también que Rita la valenciana impone físicamente más que la siciliana. De aquí a Siracusa. Y que basta verla en una foto para saber que con una sola mirada pone firme a un regimiento. Es más, seguro que de cada 10 británicos, 9,99 elegirían antes como directora de una cárcel a Barberá con palito que a Barbera sin palito (como le dijo, allá por la segunda glaciación, Fraga a otra alcaldesa de su partido: 'Señora, hombres como usted necesita España'). Ahora bien, si ese diario ha creído ver en nuestra Rita a una funcionaria pública dispuesta a terminar con el lujo en el vestir, el amor por las marcas, los bolsos buenos y los trajes caros... Entonces me temo que está cometiendo algo más que un mero error ortográfico.