Vivir en paz
Actualizado:Desde hace siete años no sabemos nada de ellos, no oímos sus voces, sus lamentos, sus gritos, sus risas. El tren con su carga infernal por la ignorancia, y la crueldad de unos fanáticos religiosos hizo que un día soleado pase a la historia de nuestro país como el día más trágico desde aquel otro de Julio del 36.
Ahora le ha tocado su turno a Oslo, violencia contra los mismos de siempre, hombres, mujeres y niños que su único pecado es ser esclavo de este voraz capitalismo que nos devora. Los mismos asesinos, que se visten con chilabas o sotanas, los fascistas que utilizan el Corán o la Biblia como arma para aniquilar la libertad de todos los que no piensan como ellos. Que se mueran de una vez. Que podamos vivir en paz, en nuestro mundo y a ellos nuestro mas profundo deseo que alcance el cielo, pero ya.