Los cajones de las consejerías echan humo ante los 'descubrimientos'
MADRID. Actualizado: GuardarMaría Dolores de Cospedal fue la primera. La presidenta de Castilla-La Mancha, a las pocas semanas de jurar su cargo, anunció la existencia de 2.606 millones de euros de facturas que dejó sin pagar su antecesor, el socialista José María Barreda. Otros compañeros de partido y de responsabilidad pública le han seguido los pasos.
En pleno debate sobre la delicada situación financiera por la que atraviesan la mayoría de las comunidades autónomas, denuncian situaciones similares a las reveladas por Cospedal. El presidente de Cantabria, Ignacio de Diego, tras participar ayer en la reunión convocada por Mariano Rajoy con los once presidentes autonómicos del PP, cifró en 445 millones el «inasumible agujero» que le ha dejado como herencia Miguel Ángel Revilla. Unos 200 millones corresponderían a facturas sin pagar y el resto, a «deficiencias presupuestarias», sobre todo relacionadas con el servicio de salud y a «obligaciones contraídas» sin las correspondientes partidas presupuestarias. Luisa Fernanda Rudi, presidenta de Aragón, ha ordenado auditar las cuentas públicas para saber el punto de partida. Ya se habrían descubierto un desfase de más de 200 millones que, incluso, habría sido reconocido por el anterior Ejecutivo socialista de Aragón. Más cauto en cuanto a cifras se mostró José Ramón Bauzá, presidente de Baleares. No ofrecerá ningún dato hasta que su equipo analice todos los departamentos. Esta moderación de Bauzá le abre puertas que, de momento, tiene cerrados otros dirigentes del PP, como la de la vicepresidenta Elena Salgado, a la que presentó un plan de ajuste para Baleares.