La Audiencia juzga en septiembre el intento de asesinato en una discoteca

La brutal agresión sufrida por un joven en la puerta de la discoteca Imperium el pasado 1 de marzo de 2010 será juzgada en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Jerez el próximo 29 de septiembre. Se trata de un procedimiento de envergadura, puesto que la Fiscalía y la acusación particular pedirán penas de 14 y 12 años de prisión respectivamente por un presunto delito de asesinato en grado de tentativa.

El origen del conflicto parece que viene de lejos, pues en el momento del ataque ya existía una patente relación de enemistad entre la víctima y su presunto agresor, como consta en la calificación del fiscal, donde se explica que esa noche coincidieron en el citado local de copas y ahí se prendió la chispa de la pelea que casi acaba en tragedia. De hecho, unos meses antes (concretamente en octubre) los dos habían protagonizado una reyerta, aunque los motivos de la misma no han trascendido.

La cuestión es que ese 1 de marzo y según la Fiscalía, el herido fue a pedirle explicaciones a su contrincante en el exterior del edificio sobre el conflicto mencionado anteriormente y entonces comenzó un aluvión de golpes mutuos que acabó cuando el acusado sacó una navaja y asestó una puñalada al otro joven en el hemitórax izquierdo. Éste emprendió la huida en dirección a la discoteca y fue seguido por su presunto agresor, que logró derribarlo.

Ya en el suelo continuó dándole puñaladas en la misma zona hasta que intervino un agente de la Policía Nacional de forma providencial, que se encontraba fuera de servicio y que logró echarlo a un lado de un empujón, momento que aprovechó para darse a la fuga. El individuo se montó en el vehículo de un conocido y abandonó el lugar a toda prisa, mientras el agente atendía al herido que se encontraba inconsciente en el suelo.

Como consecuencia del ataque, sufrió tres heridas de arma blanca en los dos hemitórax, un derrame pericárdico, hematomas, un neumotórax y una herida en el codo, entre otras lesiones. Algo que le podría haber provocado la muerte si no hubiera actuado de forma determinante el policía.

Solicitud de penas

Tanto desde el punto de vista del fiscal como de la acusación particular, este episodio se encuadra dentro de un presunto delito de asesinato en grado de tentativa. El Ministerio solicita para ello 12 años de cárcel y la prohibición de comunicarse y acercarse a la víctima durante 15 años, además de una indemnización de 7.000 euros. El abogado del perjudicado pide 14 años de prisión, con el agravante de ensañamiento, y una indemnización de 17.200 euros.