
El litoral de La Janda, principal foco de conflictos de la movida de verano
La Guardia Civil formula más de medio millar de denuncias en apenas un mes, dentro del dispositivo estival de seguridad
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa batalla se libró el año pasado en Conil, donde se erradicó la asistencia masiva a los botellones con batidas sucesivas de la Guardia Civil y la Policía Local cada fin de semana. Se redujo drásticamente esa actividad en la vía pública y, por tanto, los conflictos y graves incidentes que estaban dañando la imagen de la localidad. Sin embargo, esa presión contra los desmadres nocturnos en Conil tuvo un efecto inmediato: aquellos que querían seguir bebiendo en la calle, se trasladaron a poblaciones vecinas donde no ponen tantos problemas.
Este verano se confirma esa tendencia y por tanto, los problemas de delincuencia menor, trapicheos y alteraciones del orden público lo sufren con más intensidad los vecinos de Zahora, los Caños y el Palmar. Esa parte del litoral de La Janda es a día de hoy el principal foco de inseguridad nocturna vinculada a la movida veraniega. Solo hay que echar un vistazo a la estadística de intervenciones que está realizando la Guardia Civil dentro del plan de seguridad de verano diseñado por el Ministerio del Interior para hacerse una idea del nivel de conflictividad. Conil puso remedio aplicando con firmeza la ley antibotellón, quizás le toque ahora a otros municipios.
Desde el pasado 18 de junio que se activara el citado plan hasta el día de ayer, los efectivos de la IV Compañía de la Comandancia de Cádiz han formulado 563 denuncias, han detenido a 20 personas e imputadas a otras 37. Además, 30 conductores fueron denunciados y citados para juicio rápido por dar positivo en los controles de alcoholemia dispuestos cada fin de semana; unos dispositivos que tienen entre sus objetivos disuadir a los jóvenes de coger el coche cuando salen de marcha, teniendo en cuenta que en este tramo costero de La Janda se encuentran locales conocidos por abrir durante toda la noche.
Las denuncias más habituales son por tenencia y consumo de drogas en la vía pública (162) y por delitos contra la seguridad vial (146). También se han formulado casi una veintena por violar la ley antibotellón, por alteraciones del orden público o por acampadas ilegales.
Hasta el amanecer
No solo los jóvenes que acuden de peregrinación a algunos de los puntos de moda de ese tramo costero son los destinatarios de esas denuncias; también los agentes han tenido que intervenir contra los propietarios de los locales, principalmente por superar las horas de apertura, según confirmaron fuentes oficiales.
Estos problemas derivados de la movida han sido motivo de quejas en repetidas ocasiones por los colectivos vecinales, que año tras años solicitan más presencia policial. La última movilización de estas características se produjo en pleno estreno de la presente temporada de verano. Un grupo de vecinos de Los Caños se concentró a primera hora de la mañana en la carretera que da acceso al Faro de Trafalgar para denunciar que ese punto se convierte en el escenario de final de fiesta cada fin de semana; unas concentraciones que perduran hasta bien entrada la mañana.
Este más de medio centenar de denuncias confirma la acción de los efectivos del Instituto Armado. Sin embargo, la efectividad plena no llega sin la implicación directa de los consistorios afectados. Prueba de ello es lo ocurrido el año pasado en Conil, donde se logró erradicar la peor cara de la movida nocturna tras una aplicación rigurosa de la ley antibotellón.