MESSIS Y CRISTIANOS
Actualizado: GuardarEstamos en pretemporada, esa época en la que el humo de la euforia invade el ambiente de casi todas las concentraciones cuando la realidad siempre termina demostrando que lo único que se puede gestar en el calor veraniego es un fracaso de dimensiones mayúsculas en caso de no hacer las cosas como marca la brújula de una buena dirección deportiva y el cronómetro de los preparadores físicos más exigentes.
Trabajar, sufrir y esperar. Es lo que toca. Poco balón, mucha prueba y demasiadas conjeturas hasta ver cómo los entrenadores completan la lista de jugadores con los que va a poder contar para afrontar la temporada. Y es que entre vacaciones que se alargan, lesionados, rebeldes y culebrones varios sin los que los chapuzones en playas y piscinas no serían tan refrescantes, no hay pretemporada en la que lleguemos a finales de agosto con la lección bien aprendida para el inicio de los exámenes.
Todos los equipos incorporan nuevas caras para nuevos retos. Los aficionados, ávidos de consumir información de su equipo, leen, escuchan y ven las acciones y reacciones de los que van a ser sus referencias durante el año, y tanto estos como su entorno aprovechan para venderse o reivindicarse. Así está ocurriendo estos días con Alexis Sánchez, el 'Cristiano Ronaldo' del Barcelona, o Ribery, que se postula como el nuevo Messi si las lesiones le respetan. Mal comienzo el del chileno, al que no creo que le convenga añadirle mayor presión a la etiqueta de los 40 millones de su precio, y peor continuación para 'cara cortada', que ya está tocado de su tobillo izquierdo poco después de su profecía.
Cristiano Ronaldo solo hay uno y Messi es inigualable. Está bien que mantengamos el fuego encendido durante estos meses estivales para sobrevivir, pero no deberíamos permitir que la hoguera tome demasiada fuerza, no vaya a ser que esto termine al más puro estilo Rosa Benito.