Un niño de once años plantó cara al asesino
Actualizado: Guardar«Ya has disparado bastante. Mataste a mi padre. Soy demasiado joven para morir». Con esas palabras un niño de apenas 11 años encaró a Anders Breivik en medio de la matanza de Utoya. La valentía del niño pareció impresionar al propio asesino que, según pudo atestiguar uno de los supervivientes de la tragedia, terminó finalmente perdonándole la vida. «El niño se rescató él solo. Fue algo terrible de escuchar», afirma Adrian Pracon, que añade que en medio de «la atmósfera caótica», el pequeño protagonista -que no ha sido identificado- «simplemente siguió avanzando» tras pedirle al atacante que dejara de disparar.