La vuelta al campo sigue ganando adeptos en toda la provincia

El éxodo de las ciudades comienza a verse con buenos ojos por muchos ciudadanos que prefieren trabajar para producir sus propios recursos y vivir en un entorno natural y tranquilo. Impulsar la construcción de redes económicas basadas en la conexión directa entre productor y consumidor y el cambio de conciencia del ciudadano son los objetivos principales de esta cooperativa.

Para hacerse socio de Reverde, se tienen que aportar 200 euros, reembolsables en el momento en el que se decida dejar la organización. Además los socios tienen que acudir a una asamblea al menos una vez al año y consumir un mínimo de 120 euros anuales, que equivale a una caja de fruta y verdura al mes. Los miembros pueden disfrutar de numerosas actividades entre las que destaca el embotado de tomates. «Lo solemos realizar en septiembre, aunque depende del tomate. Consiste en ir al campo a recoger la cosecha, luego lavar, cortar e introducirlos en tarros para cocinarlos, más tarde al baño María. Parece muy fácil, pero nos mantiene ocupados durante todo el día», manifiesta Marianna. Estas cooperativas son la pieza angular de la revolución que plantean los ecologistas para la agricultura y que persigue el fin de los intermediarios, a los que consideran prescindibles por ser responsables del aumento de precio del producto.