«Estaré un año sin poder ver a mi mujer y a mis tres hijos»
Actualizado:A pesar de todos los problemas que supone irse a trabajar fuera del país natal y sin dominar el idioma del lugar donde va a vivir en los próximos meses, dejar atrás a la familia es lo que todos ellos destacan como lo más duro. El olvereño Francisco Rivera se emociona al recordar la distancia que le va a separar de los suyos: «Estaré un año -lo que dura su contrato- sin ver a mi mujer y mis tres hijos de 17, 10 y 6 años». En su cabeza, sin embargo, es más fuerte la ilusión de saber «los agujeros se van a poder tapar cuando mande el dinero a casa», gracias al cual podrá sacar a sus hijos adelante. A sus 34 años sabe lo que es trabajar sin parar pero: «Llevo tres años sin echar ni una peonada y ya me he comido todas las ayudas sociales».