Vuela Colton, vuela
La historia de Colton Harris, un fugitivo de 19 años que aprendió a pilotar avionetas por internet
Actualizado:La persecución del 'Bandido descalzo' terminó el 11 de julio del año pasado en Bahamas. Colton Harris-Moore, un fugitivo de 19 años, acababa de robar una lancha rápida con el objetivo de conseguir llegar a Cuba y pedir asilo político. En ese momento era uno de los ladrones más buscados de Estados Unidos, al que perseguían grupos especiales del FBI. Las fuerzas de seguridad tirotearon su barco hasta obligarle a detenerse. Cuando se vio rodeado, Colton lanzó al mar su ordenador portátil y se colocó su pistola en la sien. Antes de que consiguiera apretar el gatillo, un agente le redujo y evitó que se suicidara.
En ese momento, el 'Bandido descalzo' ya era un símbolo de la lucha contra el sistema y de la desaparición como única forma de alcanzar la libertad. Cuando fue detenido, miles y miles de internautas se habían declarado seguidores del adolescente. Y habían creado un lema: «Fly Colton, fly». Vuela Colton, vuela. Las personas que seguían su fuga en la red asistieron con tristeza al final de la escapada. En dos años había robado cinco avionetas -que había aprendido a pilotar por internet-, dos coches y varias lanchas rápidas. Nunca hirió a nadie ni causó daños a sus víctimas. Y consiguió cruzar todo Estados Unidos con la Policía en los talones. Su único objetivo: refugiarse en el Caribe.
La pasada semana, Colton Harris-Moore, ahora con veinte años, se declaró culpable de siete cargos federales en un tribunal de Seattle. La Fiscalía propuso para él una pena de entre cuatro y cinco años y medio de prisión, aunque algunos de los cargos pueden suponer hasta una década entre rejas. Harris-Moore, además, aceptó una propuesta de la acusación por la que jamás se podrá aprovechar económicamente de la narración de su historia. Con una biografía que es carne de Hollywood, Colton deberá destinar cualquier ingreso que se obtenga con su historia a indemnizar a la gente a la que causó algún perjuicio con sus robos. Según las últimas estimaciones, el 'Bandido descalzo' debe, en concepto de daños, 1,7 millones de dólares. Se espera que la condena llegue en otoño. Antes tendrá que hacer frente a decenas de acusaciones en tribunales locales ya que, en su fuga al límite, robó dinero para sobrevivir en más de cien domicilios. En esas casas entraba siempre con los pies descalzos. Las huellas acuñaron su apodo: El 'Bandido descalzo'.
La historia de Colton Harris-Moore es la de un joven dispuesto a saltarse la Ley para intentar cumplir un sueño. Todo comienza en una caravana de la isla de Camano, en Seattle. Colton, es un adolescente hijo de una madre con problemas con el alcohol, Pam Kholer, que convive con padrastros violentos y sueña con escaparse a vivir en una isla perdida, lejos de las peleas familiares y las brumas heladas del estado de Washington. Con algo menos de diecisiete años se refugia en el bosque y se lleva su ordenador portátil. En ese momento comienza a vivir de asaltar mansiones en las que roba dos cosas: alimentos y conexión 'wi fi'. Este último punto es importante. Colton se descarga de la red todo tipo de manuales para aprender a volar. En noviembre de 2008 roba una 'Cessna 182', vuela unos seiscientos kilómetros y se estrella en una reserva india. El aterrizaje forzoso, del que salió ileso, no le asustó.
Una legión de fans
Mientras huía en dirección al Caribe su historia comienza a convertirse en un icono de internet. Espontáneos le dedican canciones en Youtube, nacen grupos de fans en Facebook y se venden camisetas con el rostro de Colton. Mitología de la era digital. Algunas de sus acciones acrecientan la leyenda. En 2010, la policía encuentra una nota en una clínica veterinaria: «Pasaba por aquí y tenía algo de dinero extra. Úselo para cuidar a los animales. Colton Harris-Moore, alias el 'Bandido descalzo'». Al lado, aparecieron cien dólares. Sus hazañas terminaron en Bahamas pero ahora el seguimiento de sus juicios tiene la misma repercusión que su fuga. Sus seguidores, añorando una aventura que no vivieron, repiten el mantra: 'Vuela Colton, vuela'.