FIGURAS

Hace treinta años, los estudiantes de Periodismo queríamos ser como Walter Cronkite, Oriana Fallacci o, más castizamente, Miguel de la Quadra Salcedo. Hoy muchos quieren ser Jorge Javier Vázquez, y no cabe duda de que el cambio de orientación indica un cierto desplazamiento en la cualidad moral de la profesión, por decirlo de modo florido. Iba a escribir que «no arriendo la ganancia» a estos que de mayores quieren ser como Vázquez, pero seguramente esa de la ganancia no es la expresión más adecuada. ¿Cuánto gana Vázquez? No tengo ni idea. Hace un par de años se ventiló la cifra de 3.000 euros por programa, o sea, por día, pero sin duda esos números han crecido. Todo esto viene a cuento de que Telecinco acaba de anunciar, con pompa y circunstancia, que ha renovado el contrato de J.J. Vázquez con Mediaset España. En el anuncio, Mediaset no da más datos que la duración del enlace: «larga duración», o sea, mientras el público aguante. En lo que sí se demora la nota oficial es en el capítulo de méritos: «acreditada experiencia en la presentación de programas en directo, capacidad de improvisación, cercanía al público». Pero en Casa Berlusconi son gente con los pies en el suelo, así que el parte oficial de Mediaset añade, meticulosamente, las hazañas de Vázquez en materia de 'share': el 17,7% de media de 'Sálvame diario', el 15,7% de 'Sálvame Deluxe', el 26,5% de 'Supervivientes'. En la lógica interna del berlusconismo, estas cifras cumplen la función del argumento de autoridad: hay buenos números de audiencia, luego no cabe sino inclinarse ante la verdad suprema. Cualquier otra consideración está fuera de lugar. Lo peor es que esa lógica ha terminado imponiéndose sobre todo lo demás, y así tenemos la televisión que tenemos. Hace pocos días la Asociación de Usuarios de la Comunicación seguía el camino de otras plataformas de espectadores, como Plaza del Castillo, y exigía la retirada de 'Sálvame' del horario protegido, por evidente incompatibilidad de contenidos. ¿Cree usted que le han hecho caso? No. En España manda Vázquez. Y eso lo explica todo.