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La provincia no recorta en altos cargos municipales

La destitución de los cargos de confianza no es una tarea ni fácil ni tan rentable como parece y muchos alcaldes han renunciado a librar esta batalla

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Todo apuntaba a que cuando se produjese el cambio de poder en ayuntamientos y diputaciones se verían saltar cargos de confianza por las ventanas. En sentido figurado, claro. A todo el mundo le ha llegado algún recorte con esta crisis; un despido, una rebaja del sueldo o de los privilegios, como en el caso de los funcionarios. Y casi todo hijo de trabajador esperaba ver cómo le llegaba la hora a esos puestos de libre designación que, mereciéndolo o no, fueron elegidos a dedo. Ahí se mezcló algo de precariedad económica y mucho de hartazgo del sistema político. Pero la situación, excepto en el Ayuntamiento de Jerez o en Diputación, no está siendo tan dramática como se esperaba. Y en cualquier caso no será nada fácil. En primer lugar, en el saco de cargos de confianza se encuentran trabajadores de todo tipo, desde administrativos, a gerentes de organismos autónomos, asesores políticos, jefes de área e incluso asistentes personales. Pero todos tienen sus derechos laborales. En muchos casos ya eran funcionarios antes de acceder al puesto de confianza y en otros llevan suficiente tiempo como para haber consolidado ciertos derechos. Sea como fuere no es fácil echarlos, en el supuesto caso de que fuese recomendable o necesario. Puede ocurrir también, como pasa en el caso de la Diputación de Cádiz, que los ceses se queden en la supresión de un complemento, pero que el grueso del salario del trabajador siga dependiendo del ente público provincial, a lo que hay que sumar el nuevo directivo que nombre el partido en el poder.

Ocurre a menudo, especialmente en los pueblos medianos y pequeños, que no hay tantos cargos de confianza como puede parecer, y que los nuevos dirigentes políticos acaban cambiando «unos cromos por otros», como se dice en el argot político. La realidad es compleja, mucho más que un programa político, y ahora los nuevos alcaldes se están encontrando con dificultades reales para reducir las plantillas. Mientras que los ayuntamientos siguen evaluando la situación y estudiando cómo recortar unos gastos que se han salido de madre, todos los alcaldes coinciden en señalar que el quid de la cuestión está en un gran problema de fondo: que las administraciones locales se han echado sobre sus espaldas más competencias de las que pueden soportar. Por ahora, han empezado (algunos iniciaron el camino hace un par de años) por meter la tijera en los gastos corrientes: duele menos y es más fácil, mientras que en la supresión de cargos de confianza ha habido más ruido que nueces.

San Fernando: Vuelve a integrar Urbanismo

En el nuevo Ayuntamiento de San Fernando ya han salido tres cargos de confianza por la puerta, que no se sustituirán por otros del partido que gobierna (PP). De todas formas, el delegado de Hacienda, Manuel Raposo, explica que en este municipio no tienen una plantilla sobredimensionada. «Teníamos nueve puestos de libre designación ordenados por el pleno de organización y otros cuatro más, entre los que se ha recortado el gerente de Urbanismo, un área que vuelve a gestionarse desde el Ayuntamiento. Tenemos técnicos muy cualificados en el Consistorio que pueden hacerse cargo de estas funciones», argumenta Raposo. Pero el mayor ahorro llegará de los recortes en gasto corriente y la revisión de los contratos de servicios. «Aún estamos estudiándolo, pero es sorprendente lo que se puede ahorrar en papel o repasando las pequeñas compras», apunta el delegado de San Fernando. Y en esta línea se mueve la mayoría de los ayuntamientos. Una vez que se renueva el poder, los nuevos observan que los cargos de confianza o no son tantos, o no merece la pena echarlos por los costes.

Cádiz: El maestro en pequeños recortes

En la capital ocurre algo curioso. El primer teniente de alcaldesa y delegado de Hacienda, José Blas Fernández, lleva recortando gastos desde finales de 2008 y se ha hecho famoso en la administración por su poderosa tijera. Ahora bien, no ha recortado nada en cargos de confianza. «Los únicos que tenemos son los trabajadores del Gabinete de Comunicación y ahí no vamos a tocar», sentencia Fernández. Aún así, el teniente de alcaldesa ha ahorrado ocho millones al año en gastos corrientes. Ni más ni menos. «Cualquier proyecto o contrato pasa por mis manos y, aunque tenga partida presupuestaria, lo reviso a la baja», dice, y añade que «nadie sabe lo que se puede ahorrar recortando en cosas pequeñas como gorritos para piscina, eliminando los tres colores en las camisetas o cualquier otro gasto innecesario». Fernández presume de no deber nada ni a la Seguridad Social ni a Hacienda, «eso sí, los proveedores los tenemos más atrasados pero no debiendo al Estado es como el que paga la hipoteca». El concejal gaditano pone el dedo en la llaga cuando afirmó que el gran problema de fondo de las administraciones locales es que han asumido muchas más funciones de las que se pueden permitir por presupuestos, como el mantenimiento de los colegios o la ayuda a domicilio, entre otros muchos. «Nadie va a pedir a la Junta, las administraciones autonómicas son muy frías, mientras que Eléctrica de Cádiz paga la luz a muchas familias gaditanas», explica Fernández. En la capital la deuda asciende a 62 millones y los ingresos anuales a 63 millones. «Lo que está desbordado son los servicios sociales, para los que destinamos 50 millones de euros al año», concluye el primer teniente de alcaldesa.

Medina Sidonia: Destituido el 100%: tres puestos

El alcalde de Medina (IU), Manuel Fernando Macías, fue el más tajante al ofrecer esta información: «Hemos destituido al 100% de los cargos de confianza, es decir, a tres». En concreto se trataba de dos secretarias de Alcaldía y un técnico de Urbanismo. Según explica el alcalde asidonense, este recorte se ha hecho porque no es necesario mantener otros tres puestos para la gestión de un municipio tan pequeño, «cuando tenemos funcionarios muy cualificados». Aún no sabe cuantificar cuánto se ahorrará el pueblo exactamente, pero sí asegura que recortará todo lo que no sea «estrictamente necesario» por puro sentido común.

El Puerto de Santa María: No se cubren bajas ni jubilaciones

El Puerto no está destacando por destituir a personal asignado a dedo, entre otras cosas, porque su delegada de Economía y Hacienda, Leocadia Benavente (PP),asegura que no hay tantos como puede parecer. En este caso, como en Cádiz, no reponen las bajas ni las jubilaciones, con lo que «hemos conseguido ahorrar 1,4 millones anuales», apunta Benavente. Además, asegura que los sueldos de los cargos de confianza están muy por debajo de la media que marca la Federación Andaluza de Municipios (FAMP). Los sueldos de los cargos de confianza están al mismo nivel que los de un administrativo:unos 1.400 euros al mes. Además, en cada licitación y contrato, la delegada recorta un 30%. También se están refundiendo contratos para ahorrar, como el de la grúa con la gestión del depósito de vehículos, con el que se han ahorrado 50.000 euros anuales.

Chiclana: Un 25% menos de confianza

En esta ciudad no han sido tan concretos al apuntar los recortes porque aún están evaluando las medidas que tomarán, pero desde el Ayuntamiento (PP) aseguran que se reducirá en un 25% el gasto en cargos de confianza. Aunque el mayor capítulo de ahorro se confía una vez más al recorte en gastos corrientes.

Puerto Real: Pocos cargos de confianza

El delegado de Economía de Puerto Real (PA), Jesús Plaza, lo tiene difícil con los cargos de libre designación. Son pocos y aunque aún siguen auditando el Ayuntamiento, no se ha tocado este capítulo. El nuevo equipo de Gobierno ha mantenido reuniones con diferentes empresas especializadas y en estos días se tomará la decisión de externalizar un plan de ahorro para el Ayuntamiento y las empresas públicas. «No es que ahorrar sea importante, sino que es vital para el futuro de la institución. Hemos heredado un Ayuntamiento que tiene una rémora económica importante y debemos trabajar en profundidad para sanear la caja mientras se atienden las necesidades serviciales de la ciudadanía», en palabras de la alcaldesa de Puerto Real, Maribel Peinado. Por ahora, solo ha destituido a un par de cargos de confianza del gobierno anterior.

Jerez: La enorme excepción jerezana

El caso del Ayuntamiento de Jerez es la gran excepción de la provincia, conocida por todos. El colapso económico de las arcas municipales en Jerez, con una deuda de 958 millones de euros y con los ingresos comprometidos hasta 2015 casi en su totalidad, ha obligado al nuevo Ejecutivo del PP a tomar medidas drásticas. Una de las primeras medidas en anunciarse fue el ahorro en el número de delegaciones de gobierno, que han pasado de 15 a 10, con el consiguiente recorte en las retribuciones de los ediles. El ejecutivo se acogerá a las recomendaciones de la FAMP. Tampoco se pagará la antigüedad de los políticos que sean funcionarios, lo que pone fin a los polémicos trienios y sexenios. De esta forma, la rebaja total es de un 40% al pasar de los 1.150.000 euros anuales del pasado mandato a los alrededor de 700.000 actuales. Jerez reduce drásticamente el número de asesores contratados, ya que de los 32 que iniciaron el anterior mandato del PSOE se ha pasado a uno solo en el actual, una jefa de prensa, que cobrará unos 45.000 euros anuales. El gasto en este capítulo fue durante casi toda la legislatura anterior de 1,1 millones al año.

Diputación: Mucho alto cargo, pocas nueces

En la entidad provincial sí que han destituido a casi 30 directores de área, vicedirectores y adjuntos a la dirección, pero lo que no ha quedado tan claro es que permanecen trabajando en la entidad provincial, en sus puestos de funcionarios. Se recortan los suplementos, que es bastante menos de lo que pueda parecer en un principio. Sí se ha suprimido totalmente el cargo de gerente del Patronato Provincial de Turismo.