Duran i Lleida asegura que CiU no será «muleta» ni de los socialistas ni de los populares

CiU calienta motores. El Consejo Nacional de CiU proclamó ayer a Josep Antoni Duran i Lleida como cabeza de lista de la Federación nacionalista en las próximas elecciones generales.

Aunque aún no hay fecha para los comicios, CiU quiere evitar imprevistos y ha puesto ya en marcha de forma oficial la maquinaria electoral con el objetivo de ser decisiva para que el PP no obtenga la mayoría absoluta.

«Cataluña ya ha sufrido dos mayorías absolutas durísimas para sus intereses y ya sabemos que no traen nada bueno», afirmó el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en el acto en el que fue investido Duran. En la intención de los nacionalistas está poder «condicionar» el futuro gobierno español, pero sin ser la «muleta» de nadie, según aseguró Duran Lleida. La razón está en que consideran que sus diputados en el Parlamento español, once en la actualidad, serán muy importantes para apoyar a un Gobierno en minoría al que se le podrán pedir contraprestaciones.

Por ello, CiU lleva seis meses, desde que alcanzó el poder en Cataluña en las pasadas elecciones autonómicas de noviembre, ofreciéndose como «socio estable» del próximo Gobierno que salga tras las elecciones generales, con la «condición» sine qua non de que Cataluña obtenga un pacto fiscal similar al concierto económico del País Vasco. Artur Mas siempre ha calificado este pacto fiscal como la próxima parada del proceso nacional de Cataluña, que a su entender no tiene límites. Y el concierto, que cuenta con un respaldo mayoritario entre la ciudadanía catalana, es el gran objetivo de la legislatura para el Govern catalán, que entiende que podrían restañarse algunas de las heridas abiertas, tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el 'Estatut'.