Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
xerez c. d.

Vendimia prematura

Un Málaga sin demasiado brillo se impone al Xerez con un solitario gol de Samu

Salva Galán
JerezActualizado:

El Málaga se impuso al Xerez para llevarse un Trofeo de La Vendimia marcado por la despedida de Vicente Moreno y por lo prematuro que ha llegado en esta pretemporada. Ese corto espacio de tiempo que ha tenido el Xerez para preparar su trofeo se notó mucho en un encuentro que acabó con poco ritmo aunque dejó algunos detalles positivos de cara al futuro azulino. Por lo pronto, parece que Merino ya comienza a tener claro el once tipo de un Xerez que sobre todo hizo las cosas bien en la primera parte. Raúl Cámara –que se marchó algo tocado– e Israel fueron de lo mejor en un Deportivo que parece que quiere tratar bien el cuero aunque todavía le falta pegada arriba.

Quizás por que fuera el primer amistoso serio de la pretemporada, quizás porque pudiera el respeto al Málaga del jeque, el Xerez salió remolón del vestuario. Entre la emoción por la despedida de Moreno y las agujetas de la pretemporada, a los hombres de Merino les costó entrar en el partido y los malaguistas aprovecharon el primer cuarto de hora para plantarse mejor sobre el rectángulo de juego y llegar con más facilidad a la zona de peligro. Además, y como se esperaba, tanto Pellegrini como Merino salieron de inicio con alineaciones muy potentes que muy posiblemente serán las bases sobre las que se construirán los equipos titulares para la Liga del Xerez y del Málaga. Demichelis, Toulalan, Apoño, Joaquín, Buenanotte o Van Nistelrooy eran algunas de las estrellas que aparecían en Chapín desde el minuto uno. A otra escala, pero también con brillo, se podía ver en la apuesta inicial de Merino el esqueleto del once tipo azulino. De hecho, la defensa, con Raúl Cámara, Lombán, Gerard y Jesús Mendoza de derecha a izquierda, tenía toda la pinta de ser la que inicie la competición ante el Sabadell salvo que las lesiones entorpezcan el caminar de alguno de estos defensores. En la sala de máquinas aparecían Cordero y Adri Cuevas un pelín escalonados ya que el lebrijano se quedaba un poco por detrás del madrileño. Quizás fue de lo más flojito de la primera parte ya que la presión que ejercían dos pivotes de la categoría nada más y nada menos que Toulalan y Apoño, complicaba mucho las labores de Cordero y Cuevas.

Sí que brilló mucho el juego de Israel. El sevillano entró por la banda derecha y a poco que continúe moviéndose con la velocidad con la que lo hizo ayer será el dueño de ese puesto. Corrió muchísimo, se esforzó al máximo, desequilibró y dio buenos pases. De hecho, esas ganas de agradar le hacían perder en ocasiones su posición.

José Vega apareció por la izquierda y fue el encargado de poner en movimiento todos los saques de esquina. En alguno de ellos conectó con Íñigo Velez. El fornido delantero aparecía en punta acompañado por Tato. El media punta tuvo las mejores ocasiones del Xerez en la primera parte, ya que a medida que pasaron los minutos los azulinos se fueron quitando el miedo de encima y le ganaron mucho terreno a un Málaga al que le faltó mucho acierto en el último pase. Mientras los de Pellegrini llegaban rápido a tres cuartos y erraban en el último tramo, los de Merino trataban de hilar la jugada desde atrás sin rifar la bola. Tato, tras un saque de esquina, y Buenanotte, con un disparo desde la frontal –gran parada de Chema–, estuvieron muy cerca de abrir el marcador en la primera parte.

Tras el descanso, Merino cambió su once casi al completo ya que solo mantuvo a Raúl Cámara en el terreno de juego. Toni se colocó bajo palos; Raúl Llorente defendió por la izquierda y Silva junto a Borja por el centro; Rafa Barber y Capi, en el doble pivote; Capdevila y Pablo Redondo por las bandas; Óscar Díaz y Juan Rosillo como hombres más adelantados. Un equipo prácticamente nuevo que tardó en acoplarse. Algo que el Málaga no perdonó ya que aprovechó esa descolocación para ponerse por delante en el marcador con un disparo de Samu dentro del área que fusiló a Toni.

Lo peor fue que la respuesta xerecista no llegó, pues no creó peligro en toda la segunda parte y no pudo impedir que el Málaga se llevara el Trofeo de La Vendimia.