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Obama pide al Congreso que deje los «juegos políticos» y solucione la crisis de deuda

La Casa Blanca acoge una reunión de urgencia para resolver el problema del techo de gasto

AGENCIAS
WASHINGTONActualizado:

La Casa Blanca ha llamado al Congreso de Estados Unidos a "no jugar" con fuego por los problemas que atraviesa la economía. La administración Obama ha lanzado este avisto al término de una reunión de urgencia entre el presidente y los jefes de los grupos políticos del Legislativo. El objetivo del encuentro era sellar un acuerdo que permita incrementar el techo de la deuda, para que el país más poderoso del mundo eluda la suspensión de pagos a la que está abocado a comienzos de agosto.

"El Congreso no debería entregarse a los juegos políticos temerarios cuando se trata de nuestra economía. En lugar de eso, debería ser responsable y hacer su trabajo, impedir un incumplimiento de pagos y cortar el déficit" presupuestario, ha afirmado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. El presidente ha explicado que una extensión a corto plazo de la deuda derivaría en una bajada de su calificación y ha exigido a sus interlocutores una solución "responsable" que evite la mora y permita recortar el déficit.

Barack Obama ha renovado su llamamiento a demócratas y republicanos a "trabajar juntos" para resolver el problema de la deuda de Estados Unidos. Sus palabras, incluidas en su mensaje semanal al país por radio e internet, han sido el preludio de otra reunión de urgencia en la Casa Blanca. Obama, el vicepresidente Joe Biden, el presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner, la líder de la minoría demócrata en esta cámara, Nancy Pelosi, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y el de la minoría republicana, Mitch McConnell, se han despedido poco antes del mediodía, hora local.

Reunión de emergencia

El mandatario estadounidense había convocado la reunión de emergencia con los líderes del Congreso para buscar una salida a la crisis de la deuda, a sólo 10 días de la fecha límite para que el país incumpla sus compromisos de pago. "Demócratas y republicanos tienen que trabajar juntos" para alcanzar un acuerdo que evite la suspensión de pagos a mediados de agosto, había dicho unas horas antes en su mensaje semanal. "Debemos dejar de lado nuestras diferencias para hacer lo que el país necesita", afirmó. "Todos van a tener que estar dispuestos a un acuerdo. De otra forma, nunca vamos a lograr algo", ha explicado.

El presidente de Estados Unidos confirmó ayer el fracaso de las negociaciones de último minuto con los republicanos para evitar la cesación de pagos. Obama criticó a sus adversarios políticos por no aceptar un "pacto extraordinariamente justo". El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, había anunciado poco antes que su partido se retiraba del diálogo con la Casa Blanca para buscar una salida al problema de la deuda, y que en adelante trabajaría con el Senado para alcanzar un acuerdo.

El anuncio alimentó las dudas sobre el destino de los esfuerzos para aumentar el límite de deuda de Estados Unidos de 14,3 billones de dólares antes del 2 de agosto, cuando el gobierno de la nación más rica del planeta se quedará sin dinero para pagar sus cuentas pendientes.

Postura republicana

Obama dijo el viernes pasado que el pueblo estadounidense está "harto" de las posturas políticas que perjudican al país, y afirmó que estaba dispuesto "a firmar una extensión del límite de la deuda hasta 2013". "Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad", declaró. "Básicamente lo que habíamos ofrecido al presidente de la Cámara Boehner fue más de un billón de dólares en recortes al gasto discrecional, tanto interno como de defensa", explicó Obama a la prensa.

"Es difícil entender porqué el presidente de la Cámara Boehner rechaza este tipo de acuerdos y, francamente, si se fijan en los comentarios por ahí, hay un montón de republicanos que preguntan por qué (el acuerdo) no puede llevarse a cabo".

Boehner replicó a las declaraciones de Obama culpando a la Casa Blanca del colapso de las negociaciones, pero dijo que estaba "convencido" de que el país evitará el default. "Quiero ser muy claro. Nadie quiere el incumplimiento de los compromisos y créditos del gobierno de Estados Unidos. Y yo estoy convencido de que no ocurrirá", afirmó.