Encadenados
Actualizado:Los veranos suelen ser secos de noticias, pero éste nos muestra que la vida, las personas, no paran de generar información. Ahora se habla del ejemplo de Camps por su dimisión. ¿Pretenden con esto tapar la trama de favores? «Yo siempre estaré detrás o al lado de ti», le dice Rajoy en un mitin. Me pregunto si también el día que se siente en el banquillo, el próximo otoño.
Para la estabilidad de la zona euro hay un segundo rescate a Grecia y , quién rescata a Somalia, para estabilizar la pobreza, la elevada mortandad de África. La población se muere de hambruna y encima donde no hay nada, se agranda en un 270% el aumento en el precio de los alimentos. Los somalíes desaparecen como moscas y a nadie parece importarle más allá de las noticias en los medios de comunicación o de lamentar, y quedarnos con cara de lastima, mientras vemos las imágenes de los esqueléticos cuerpos. «¿Dónde está la ONU?», pregunta y llora una hermosa y escuálida mujer, que aún en su situación conserva esa elegancia y dignidad que tienen los africanos. Niños y adultos están muriendo de un modo espantoso y lo que se teme es que unos 11 millones de personas corran el riesgo de morir de hambre, por el contagio a otras regiones.
Pero el día fue duro para el Congreso de los Diputados pues se hablaba de las corbatas. Sebastián, ministro de Industria, se la quita en verano para reducir energía y asegura que no se la pondrá por mucho que le obligue el presidente de la Cámara, señor Bono. Sabemos que hay muchos problemas en España como para llevar este asunto a una sesión del Congreso. Pero a veces la anécdota quita dureza y viene bien a tanta tensión.
Si bien no hay duda de que, mientras el mundo rueda con sus conflictos, el fútbol sigue a los suyo. Cifras mareantes en la compra venta de jugadores; 46 millones de euros por unos, 30 por otros. Fichajes que cobran 9 millones de euros anuales. Dinero que haría tanta falta a Jerez, a su Ayuntamiento. Qué hacer para pagar a los que no cobran. Cómo solucionar esta situación gravísima que nos dejó el Gobierno socialista. Señora alcaldesa, no sé como dormirá, yo en su caso hasta poco al ver esas mujeres encadenadas pidiendo el salario. Aunque, también es verdad, que conviene despegarse del sufrimiento para saber gestionar mejor los problemas. Que así sea.