Jerez

Los sindicatos organizan una nueva recogida de alimentos

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Tal y como ya hicieron el pasado mes de marzo, los sindicatos han convocado una campaña de recogida de alimentos para las trabajadoras que más están sufriendo esta situación. El primer gesto solidario lo tuvieron las compañeras de la otra concesionaria que más padece los retrasos en el cobro de las nóminas, las de Limasa, que aportaron los primeros cien kilos de aceite, garbanzos, tomate frito, pasta y leche.

Los ciudadanos, colectivos o empresas que quieran aportar su granito de arena pueden acudir al edificio de los sindicatos de la plaza del Arenal entre las 11.00 y las 13.00 horas todas las mañanas hasta que las trabajadoras perciban sus salarios. Si es necesario, representantes del colectivo acudirán a recoger las donaciones. «No encuentro calificativos para una situación en la que un trabajador tiene que acudir a la caridad para poder comer», dijo el secretario de UGT en Jerez, Pedro Alemán.

Para Encarni Barrios, presidenta del comité de empresa de Acasa, este conflicto está demostrando la unión de los sindicatos, a los que agradeció «el apoyo que nos han prestado en todo momento y en todas las acciones». Barrios apuntó que «creíamos que la nueva alcaldesa tenía la solución, que el panorama iba a cambiar con ellos pero aquí estamos», dijo con la voz cansada tras dos noches al raso a las puertas del Ayuntamiento. Aunque lo más cómodo es aportar productos no perecederos, las trabajadoras se comprometen a entregar en perfecto estado alimentos frescos como la carne y el pescado ya que «hay muchas madres dándole todos los días patatas hervidas y pasta a sus hijos y también necesitan un puchero», dijo Barrios.

«Es una provocación»

Los tres sindicatos coincidieron ayer en mostrar su rechazo al «estilo populista de la alcaldesa a la hora de transmitir información a los colectivos». Consideran que no es adecuado «salir a la puerta del Ayuntamiento cuando los trabajadores tienen unos representantes democráticamente elegidos», y le brindaron el salón de actos de los sindicatos para «hablar en condiciones y no a gritos en la calle».

Para Juan José Piña, de CGT, «es una provocación porque no se puede controlar a las personas que sufren una situación extrema». Por parte de UGT, Alemán deseó que esa actitud «no sea intencionada pero si está intentando relegar a los sindicatos, nos tendrá enfrente», dijo,