Fernando Alonso buscará el asalto al trono de Sebastian Vettel en su propia casa

¿Podrá Alonso de nuevo con el casi imbatible Vettel en su casa? Si se cumple la lógica, tras el paréntesis que supuso el Gran Premio de Gran Bretaña por el vodevil que permitió la FIA con la prohibición-limitación-no prohibición de los difusores soplados, este Gran Premio de Alemania debería ser el lugar idóneo para que Sebastian Vettel dé un nuevo giro al timón en su implacable camino hacia el bicampeonato.

El alemán, el único piloto que aún no se ha bajado del podio esta temporada, recuperará este fin de semana en 'su' Nürburgring ese Red Bull RB7 que ha sido prácticamente imposible de vencer con algunas excepciones. La última hace quince días en la cuna de la Fórmula 1, en Silverstone. Fernando Alonso fue capaz de demostrar que por algo en Ferrari han logrado, incluso en sus momentos más bajos, al menos una victoria desde el año 1993. La Scuderia no quiere que Silverstone sea una excepción, sino que se presenta en Alemania para demostrar que las mejoras que culminaron en el trazado británico son suficientes para plantarle batalla a la escuadra de las bebidas energéticas.

Nürburgring -el viejo, el que todos temían como el 'infierno verde'- está considerado por la mayoría de pilotos clásicos como el trazado que separaba a los auténticos cracks de los que simplemente pasan por la Fórmula 1, sean o no campeones. Ahora bien, a casi todos les apasiona rodar en un circuito marcado por carreras como la de 1976, donde Niki Lauda sufrió ese gravísimo accidente que le dejó marcado el rostro para siempre.