Señor Camps, no pasa nada
Actualizado: GuardarYo no soy nadie para decirle que hace bien en irse. Usted, solo usted y su familia saben lo que había que hacer. Ni siquiera su partido. Los partidos, ya lo sabe, reconocen el momento, la circunstancia: Hoy estamos contigo y mañana no. La amistad en política ¿no lo sabe?, no existe. No busque donde sabe que no va a encontrar. Me dicen que ha vivido momentos delicados, que ha sufrido, que ha dudado. Solo usted podía parar este calvario. Y ha tardado. Seguro que ese es el reproche que hoy se está haciendo. No se preocupe, la vida da muchas oportunidades, sobre todo al que las quiere ver. No sé, puede que sepa aquello que dijo John Lennon: «La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado en otros planes». ¿Sus planes eran aguantar? No lo creo.
Tiene una familia que sufría cuando leía el periódico, cuando ponía una tele que no fuera la que usted hasta ayer dirigía, cuando escuchaba una conversación en la cafetería. Claro, claro, tiene derecho a la presunción de inocencia. Me lo recuerda una amiga abogado: Cuidado periodista, cuidado con la presunción de inocencia, que sois muy listos los de las tertulias. Bien, prejuzguemos que tras la dimisión es inocente, pero cómo si ya entre los suyos empezaban a decir que son culpables. Y si no, por qué pagan en euros la pena más alta su ex vicepresidente Víctor Campos y Rafael Betoret, el jefe de protocolo de la Diputación de Valencia. (Y por cierto, permítame el paréntesis, cómo se llega a ser jefe de protocolo de una Diputación, con qué méritos, con que necesidades y con qué sueldo. ¿De verdad una Diputación ha de tener un jefe de protocolo?)
La casualidad, y no otra cosa, hace que mientras le escribo esta carta inofensiva y sincera escuche una canción de Bob Dylan. En tiempos de crisis y melancolía Dylan, más que recomendable, es una pieza necesaria: «Don’t think twice, it´s all right» (No lo pienses más, está bien así). El de Minnesota dice: «Voy por aquel largo y solitario camino/ No podría decir hacia dónde me dirijo/ Pero como ‘adiós’ es una hermosa palabra /Solo diré que te vaya bien. Lamento traer estos versos en estas circunstancias. Sobre todo porque son de un poema de amor. Aunque bien pensado, Francisco Camps, quizá sea eso lo que le haga pensar que no valía la pena seguir. Es eso lo que mueve el mundo, el amor, y no la política. Perdone la intromisión, y créame, le deseo lo mejor siempre una vez que ha respondido con valentía y decisión. No pasa nada. No se acaba el mundo. Más allá de la política hay vida. Tanta como para elegir mejor a sus amigos. En la infancia están los que nunca hacen trampas. Los que no tienen bigotes. Los que no piden nada. Los que no regalan trajes. Y siempre dicen la verdad. Mis respetos.