Economia

Los líderes de Washington creen que habrá acuerdo sobre el techo de la deuda

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Los dos grandes partidos estadounidenses siguen sin ponerse de acuerdo en una fórmula que ponga fin a la crisis generada por la elevación del techo de la deuda federal, pero con los mercados cada vez más debilitados y el mundo pendiente de un rápido desenlace, tanto la Casa Blanca como el Congreso se esforzaron ayer en enviar un mensaje tranquilizador: cueste lo que cueste, habrá un plan antes del 2 de agosto para evitar la quiebra de las cuentas públicas. «A estas alturas, todos los legisladores en el Capitolio y el presidente han reconocido que debemos subir el techo de deuda. La única cuestión es cómo», declaró a la cadena ABC el director de la Oficina de Presupuestos del Gobierno, Jack Lew Lew.

Jon Kyl, número dos de los republicanos en el Senado, dio a entender que la oposición frontal de su formación a la demanda demócrata de subir los impuestos a los ricos no es un obstáculo insalvable. Para el legislador hay varias opciones sólidas sobre la mesa que darían facultades al presidente para actuar. «El país no caerá en suspensión de pagos. Si se logra o no importantes recortes del gasto, eso continúa siendo una pregunta todavía sin respuesta», afirmó deslizando que su partido podría acomodar al final sus pretensiones.

El secretario del Tesoro estadounidense, Tim Geithner, fue otra de las voces que mandaron mensajes de calma a los mercados al asegurar que el Congreso acabará sellando un acuerdo estable. Pese a sus palabras, la agencia Fitch se sumó a Moody's y S&P y ha amenazado con rebajar la calificación del país si demócratas y republicanos no alcanzan un acuerdo bilateral. «Cada parte ha asegurado de manera definitiva que el impago no es una opción y no se va a estar jugando con esta cuestión», apuntó Geithner.

Tras semanas de negociaciones no se han logrado resultados para reducir el presupuesto de Estados Unidos en cuatro billones de dólares en 10 años. Los líderes del Senado están dando prioridad a una vía que permitiría al inquilino de la Casa Blanca subir el límite de endeudamiento de EE UU aún si no se logran los votos en el Congreso para autorizar la medida.