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El compositor ha pasado recientemente unos días en la ciudad. :: JUAN C. CORCHADO
Sociedad

Triunfo jerezano en Salzburgo

En breve presentará su trabajo en el prestigioso Curso de Verano del Mozarteum de la capital austriaca y avanzará sus nuevas ideas estéticas La obra del compositor Agustín Castilla-Ávila se ha hecho un hueco en Austria

W. J.
JEREZ.Actualizado:

Jerez también exporta arte más allá del flamenco. El ejemplo lo tenemos en Agustín Castilla-Ávila. Posiblemente su nombre no sea reconocido por muchos, pero baste lo siguiente como muestra del prestigio que ha empezado a adquirir en un género complicado: dentro de poco dará una conferencia dentro de la Academia de Verano del Mozarteum de Salzburgo -Sommerakademie-. Se trata de una conferencia-presentación de sus obras dentro del ciclo 'Fascinación por la música de nuestro tiempo'.

En esa cita avanzará sus ideas estéticas; desde los elementos teatrales de su música a su propio «sistema microtonal para guitarra a intervalos de sexto de tono, pasando por los límites de la música y el universo íntimo de la misma», que en su opinión «se ha perdido a raíz de la evolución de los instrumentos».

¿Las piezas escritas para piano son monopolio de los pianistas? Responde sin vacilar: no. En 'A piano piece for a guitar player' -de la que el compositor Cristóbal Halffter dijo que había abierto una puerta nueva en la música- reivindica «el poder de la fantasía ante los innumerables procesos matemáticos e intelectuales sobre los que se está creando mucha de la música culta de las últimas décadas». «No tengo nada en contra de estos procesos, solo que no nos debemos olvidar de la fantasía, que en mi opinión es la gran diferencia entre los seres humanos y el resto de los animales», apostilla.

Castilla-Ávila es, además, asesor artístico desde hace unos años de la Sociedad Austriaca de Música Microtonal. Acaba de participar en el Kongress Mikrotonalität en Stuttgart presentando su sistema para guitarra a sextos de tono. Lo explica así: «En la música occidental, los sonidos están ordenados a distancias de semitonos. Hay muchos otros sistemas como la música árabe, la cual ha influido al flamenco, donde estos sonidos se forman con distancias más pequeñas. He dividido la escala en 72 sonidos y la he adaptado a nuestra guitarra usando solo seis cuerdas iguales. He tenido la oportunidad de presentar estas ideas en numerosos países, desde La Guildhall School of Music de Londres al Conservatorio Nacional de Singapur o el Conservatorio de San Petersburgo. Solo toco la guitarra en ocasiones, ya que la composición requiere mucho tiempo. Pero no me importaría acompañar a algún cantaor con este instrumento».

Considera que la música está ampliando sus límites considerablemente en las últimas décadas. Se define como «muy filosófico» e intenta, además, ser responsable. Apunta que uno de los mejores ejemplos de los límites de la música es la serie 'Still-Leben mit Stille' ( 'Los Bodegones del Silencio'). Son 'pinturas' o partituras mostradas como material gráfico -«un elemento demasiado importante en la música de hoy»-. En estas piezas existen a veces procesos polifónicos muy estrictos donde las figuraciones de notas se sustituyen por silencios, «manteniendo la misma academicidad». «El truco -continúa- está en qué polifonía significa varios sonidos» y en estas obras no suena nada. ¿Qué sucede? Es un truco óptico que además está lleno de simbolismo». Esa serie a la que hace referencia se expuso en la galería del Ministerio de Cultura de Austria, en Viena, durante su residencia como compositor en dicha ciudad en 2010.

«A veces contrasto estas ideas tan profundas con unos toque de humor; mi gran pena como compositor es no haberme podido tomar unos vinitos con el compositor György Ligeti (1923-2006). Nos habríamos reído mucho», sentencia.

Guitarrista

Añade que, al haberse desarrollado como guitarrista y al ser la guitarra, tradicionalmente, un instrumento intimista, ha aprendido «a amar el universo de los pequeños sonidos; antes de la invención de los altavoces y los auriculares, la música estaba mucho más valorada, era un momento especial. Hoy día no oír nada es ese momento que buscamos».

Concluye que se considera «muy afortunado» por trabajar «en algo tan bonito como la creación o la interpretación de la música». Sus sueños como profesional están ligados a la ópera: «Llevo pocos años como compositor y solo escribí, además de una obra de teatro ( 'Strings'), dos de formato reducido ('Adán de Eva' y 'La Dulcinea de Don Quijote'). Es uno de los géneros más bonitos y divertidos que existen. Además no tiene efectos secundarios, a uno le va a seguir gustando el flamenco o Led Zeppelin después de una ópera. Ojalá que tenga la oportunidad de terminar muchos de los bocetos que tengo para obras de este género».

El camino recorrido hasta ahora por este artista ha sido largo y muy fructífero desde que comenzase sus estudios en el Conservatorio de Jerez y después los continuase en Sevilla. Ha estado en Londres, EEUU, Luxemburgo, Italia, Francia, Suiza, Bélgica...

Ha realizado conciertos solo, de cámara y con orquesta. Algunas de sus obras incluyen también coreografías. En definitiva, música de muchos quilates con genes jerezanos sin ser flamenco.