El repunte de violencia en Túnez deja su primera víctima

Un adolescente de catorce años ha muerto y otras dos personas han resultado heridas al dispersar la Policía tunecina una manifestación en la ciudad de Sidi Bouzid, lugar donde comenzaron el pasado enero las protestas tras quemarse a lo bonzo un joven tendero y que culminaron con la dimisión del presidente Ben Alí.

Según informa la agencia oficial tunecina TAP, que cita al jefe de la Policía local, Samir al Meliti, el menor ha fallecido por "una bala perdida" mientras que los dos heridos se encuentran graves.

Los manifestantes lanzaron artefactos incendiarios y piedras contra las Fuerzas del Orden y cortaron algunas calles de la ciudad en la noche del domingo al lunes, provocando la intervención del Ejército, que realizó disparos al aire.

Las Fuerzas de Seguridad han detenido ya a nueve personas, cuatro de ellas en el lugar de los hechos y cinco durante una patrulla posterior. Los incidentes han continuado hasta entrada la madrugada, lo que ha obligado al envío de soldados de refuerzo y al despliegue de un helicóptero. Esta mañana la calma había vuelto a la ciudad, de acuerdo con la agencia oficial.

Tras la manifestación, el primer ministro tunecino, Beyi Caid Esebsi, ha instado a "la calma" y "al cese de los actos de violencia" que se han repetido en el país desde el pasado viernes. Después de pedir el "cese de los ataques contra las fuerzas policiales y de los actos de destrucción y violencia", ha solicitado "un esfuerzo para que triunfe la moderación", según el discurso que ha sido difundido a primera hora de esta tarde por la radio pública nacional.