Rajoy promete un Gobierno serio que revierta la situación
José Blanco exige al líder del PP que ofrezca una explicación y deje de esconderse "bajo el ala de la gaviota", porque "no es un tema menor"
SANTIAGO DE COMPOSTELAActualizado:Mariano Rajoy ha eludido hablar del procesamiento de Francisco Camps. Lo contrario hubiera sido, en cierta medida, una sorpresa. El líder del PP recuerda, cada vez que la ocasión lo merece, que sus actos ni se rigen por presiones externas ni pretenden contentar a nadie. Ese tipo de presiones, sencillamente, no van con él. Y máxime cuando la exigencia viene desde las filas del PSOE. José Blanco, vicesecretario general del PSOE, ministro de Fomento y flamante portavoz del Gobierno, horas antes de la intervención de Rajoy, había afirmado en una entrevista radiofónica: "Tiene que dar explicaciones y tomar decisiones en lugar de mirar para otro lado y esconderse bajo el ala de la gaviota, porque no es un tema menor".
Pero Rajoy, fiel a su convicción de que es mejor enfriar este tipo de controversias, ha mantenido su paso y su silencio pese a la gravedad que supone exponer a su partido a la imagen de todo un presidente autonómico y líder regional sentado en el banquillo de los acusados por haber presuntamente recibido regalos de la trama corrupta Gürtel (que pretendía "ganarse su favor", según consta en el auto que juez José Flors dictó contra Camps).
El mandatario popular ha esquivado a la prensa en Santiago de Compostela, consciente de que los informadores formularían preguntas sobre este contencioso. Sólo ha hablado donde estaba previsto: antes de la comida que ha compartido con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y un grupo de alcaldes gallegos.
Además de José Blanco, que ha puesto el acento en la gravedad que supone que el PP de la Comunidad Valenciana tenga a "buena parte de su cúpula" procesada o imputada en investigaciones por corrupción, varios responsables regionales socialistas han hurgado en esta herida "Si de verdad, como dice Rita Barberá, Camps está tan afectado, que por su bien y por el de todos los valencianos se vaya de inmediato", ha declarado Carmen Ninet, portavoz adjunta de los socialistas valencianos.
Rajoy vuelve a la palestra este lunes. Presidirá en Pontevedra una reunión con presidentes de diputaciones provinciales de su formación. Tampoco parece probable que aborde públicamente el 'caso Camps'. La reunión será a puerta cerrada y los medios de comunicación sólo tendrán acceso durante los discursos de Feijóo y Rajoy. Y si el jefe de filas no se moja, menos aún los gregarios. A diferencia del sábado, ningún barón o baronesa popular realizó hoy alusión alguna al enjuiciamiento del máximo dirigente popular valenciano.
Oponente sin nombre
Además del de Camps, hay otro nombre que tampoco ha mencionado Rajoy, al menos no desde que abandonó el Gobierno para convertirse en candidato socialista. El líder del PP tampoco ha pronunciado en Pontevedra el nombre de Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque sí se ha referido a los anuncios que realizó la semana pasada su rival en la carrera hacía la Moncloa. "Las frivolidades, las demagogias, los oportunismos, las jugadas a corto y la búsqueda constante del titular no sirven para nada", ha aseverado durante su intervención, que ha centrado en la economía y en el desempleo.
Los populares abonan desde hace días la idea del "vicepresidente del paro" con la que pretenden etiquetar a Rubalcaba. "Se pretenden presentar a los españoles diciéndonos que ellos saben cómo arreglar el problema del desempleo; podían haberlo hecho ya en vez de decirlo ahora", ha remachado Rajoy en Pontevedra. De hecho, ha calificado de "sorprendente que los que nos han traído hasta aquí ahora se ofrezcan voluntarios para arreglar los problemas de los españoles".
También ha ironizado sobre la pretensión del PSOE de "erigirse" en defensor del sistema de pensiones "después de haberlas congelado".