Un año de cárcel para una mujer que se quedó 15.000 euros de un amigo
El perjudicado, de origen uruguayo, le transfirió dinero a la condenada para que se lo guardara hasta que se instalase en España
JEREZ.Actualizado:El caso de Miguel Ángel Gutiérrez Fonseca fue seguido con expectación en Uruguay, su país de origen, desde donde compareció ante los juzgados jerezanos a través de una videoconferencia, tratándose de la primera de carácter internacional que se llevaba a cabo en el sistema judicial uruguayo. Hace unas semanas tuvo lugar la vista en la Audiencia Provincial de Jerez, que no ha tardado en condenar a María Fernanda López Vaja a un año de cárcel por un delito de apropiación indebida.
La sentencia, a la que este periódico ha tenido acceso, considera como hechos probados que el 25 de agosto de 2006 el demandante transfirió desde Estados Unidos la cantidad de 15.140 euros a la condenada, de nacionalidad argentina, con la que tenía amistad tras haber coincidido con ella en Norteamérica. El objetivo de esa transferencia no era otro que el que Miguel Ángel y su esposa se ahorraran el tener que llevar el dinero consigo durante el viaje que pretendían realizar para instalarse en España aconsejados por María Fernanda, que residía en Guadalcacín.
La cuestión es que el 11 de septiembre de ese mismo año la pareja se trasladó a Jerez, y su sorpresa fue mayúscula cuando pidieron a la procesada sus más de 15.000 euros y ésta, «consciente de su compromiso de entregárselos», les reconoció que se los había gastado. Unos tres meses después, les devolvió 900 euros y nunca más les abonó el resto. Los Gutiérrez, por su parte, habían llegado a España como turistas y carecían de ingresos, por lo que la propia María Fernanda contrató a la esposa del perjudicado para que trabajara en un pub que regentaba, mientras que él estuvo un tiempo prestando servicios en un taller.
Situación precaria
A pesar de ello, como consta en la sentencia, su situación se volvió muy precaria porque no disponían de ingresos regulares, por lo que ella terminó regresando a su país y él lo haría poco después, tras haber intentado sin éxito salir adelante en Barcelona. Por todo esto, la ciudadana argentina ha sido condenada a un año de prisión y una multa de seis meses a razón de seis euros diarios, como autora de un delito de apropiación indebida.
Además, deberá pagar a la pareja el dinero que le adeuda (14.240 euros) más los intereses legales resultantes desde la fecha de la denuncia. La condenada, no obstante, ha sido beneficiada de las dilaciones indebidas del procedimiento, sin las cuales, que han actuado de atenuante, la pena habría sido mayor.