Super Bock Super Rock 2011

The Strokes dejan buen sabor de boca en el fin de fiesta

Una interpretación impecable y una actitud cercana valieron para conseguir una entrega total de un escenario principal abarrotado

MECO (PORTUGAL) Actualizado: Guardar
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La jornada de ayer contó con menos asistentes que la noche del viernes, pero con bastantes más que la del primer día de la edición 2011 del festival Super Bock Super Rock. Un total de 100.000 personas han disfrutado estos días del paso por los diversos escenarios portugueses de sus artistas favoritos. Todo un record de asistencia en el certamen número 17 que aún tiene tareas pendientes que mejorar como la necesidad innegable de la existencia en el recinto de un mercadillo profesionalizado, una necesaria adecuación de la ubicación y la salubridad de la misma, la normalización y adecuación de los accesos y las comunicaciones y el planteamiento de una organización en la disposición de los elementos del recinto más coherente.

Pero como lo que cuenta es la música, hay que destacar que la jornada de ayer con un plato fuerte a cargo de The Strokes compensa cualquier tipo de deficiencia organizativa. Los de Nueva York acababan de llegar de su actuación en el FIB, donde habían recogido buenas críticas y en Portugal no podían decepcionar. Y no lo hicieron. Comenzaron fuerte con ‘New York City Cops’ y terminaron con ‘Is this it’. El repertorio completo alternó entre sus dos primeros trabajos y alguna muestra del último, ‘Angles’, que no acaba de convencer a la crítica. Una interpretación impecable y una actitud cercana valieron, no obstante, para conseguir una entrega total de un escenario principal abarrotado y, como en otros conciertos, intransitable.

Antes que ellos, Slash solo logró convencer a sus devotos. Repetitivo y un poco fuera de lugar, llegó, cumplió y se marchó.

Y mucho antes aún las propuestas de Elbow por un lado y The Vaccines por otro, entusiasmaron a un público predispuesto a dejarse querer. The Vaccines ya disponen de unos cuantos himnos en sus directos como ‘If you wanna’ o ‘Post Break-Up Sex’ y, pese a haber comenzado tarde y solaparse con el concierto de The Strokes, lograron el lleno, las palmas y los coros buscados. Elbow dejó un sabor un poco añejo en la boca de quienes les conocemos desde hace ya mucho tiempo, cuando se les comparaba con los Radiohead de ‘Ok Computer’ y los Coldplay del ‘Parachutes’. Además, el saludo jocoso de su frontman “Amigos españolitos ¿qué pasa?” terminó de despistar a los asistentes.

Y si bien Paus arrastró a una avalancha de seguidores lusos hasta su escenario y Junip sonó contundente, convincente y prometedor, la actuación de Brandon Flowers en el escenario principal y la de Ian Brown en el EDP se quedaron cojas. El primero porque tuvo que cerrar con una canción de su ex formación para conseguir convencer y eso nunca es buen síntoma para quien pretende forjarse una carrera en solitario. El segundo porque su puesta en escena fue bastante mediocre, su actitud mundana y su ritmo descompensado con el buen hacer de la banda que lo acompañaba.

X-wife lograron romper el hielo en las primeras horas de la jornada de ayer con bastante acierto y, para los amantes de la electrónica más tecno, Villalobos puso el broche final a una edición más del festival luso de música independiente más concurrido.