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La Magdalena se abre a la Bahía
Lleno en el recinto de la Magdalena, que vivió una de las jornadas con más afluencia de personas que llegaron de otras localidades
Actualizado: GuardarUna misión imposible. Resultaba complicado andar por las calles del recinto de la Magdalena en una de las jornadas que más público atrae. El sábado por la noche el ferial se abre a la Bahía y visitantes del resto de localidades llegan para disfrutar del ambiente de La Isla. Aunque hay que reconocer que ya no luce como hace varios años. Se ha perdido parte del esplendor y de lo que fue la fiesta para la provincia. Claro que no hay que desanimarse porque hay mimbres para recuperar el prestigio perdido.
En ello trabaja el Ayuntamiento tras la nueva conformación del equipo de Gobierno. Una de las mejoras se ha podido comprobar en el alumbrado, que ha sorprendido gratamente a la mayoría de isleños. Si bien queda mucho trabajo por hacer. La reorganización del recinto y la búsqueda de casetas atractivas. Hay que recordar que este año han sido tres menos que hace un año. También que apenas hay un esfuerzo por la decoración de estos lugares, cuyos premios de exornos se repiten por año.
Pero quizás el mayor impacto lo puede traer el tranvía, cuando pase. El nuevo medio de transporte se convertirá en uno de los grandes aliados de la fiesta ya que una de sus paradas se sitúa a escasos metros de la portada del Real de la Magdalena. Lo que facilita la llegada de personas de Cádiz y de Chiclana que no tendrán que preocuparse ni de buscar aparcamiento ni de controlar su ingesta de alcohol por coger el coche, ya que el tranvía les dejará en la misma puerta de la fiesta para luego desde allí volver a partir hacia sus casas. Un gran impulso en lo que a movilidad se refiere, pues actualmente es una gran vuelta la que deben hacer los vehículos que llegan desde Cádiz o Chiclana en busca del aparcamiento de la Feria, en la ronda del Estero.
Aunque ayer poco se habló de ello, más allá de los agobios por buscar aparcamiento o de lo lejos que se ha dejado el vehículo. La noche del sábado sirvió para el reencuentro de viejos amigos, para que las casetas buscasen sacar rentabilidad y hacer negocio, para que la calle del infierno diera sentido a su nombre con inmensas colas para montarse en las atracciones.
Gran ambiente y colorido. Como siempre el paseo fue territorio de jóvenes y una vez más sus calles se convirtieron en imposibles de transitar. Al agobio de la falta de espacio por la acumulación de personas para pasar, se sumaron los continuos boquetes en la calzada que ha hecho que más de uno se lleve un buen susto al meter el pie.
Hay que destacar también la falta por el momento de incidencias graves (al menos hasta el cierre de este periódico) tanto en la jornada de ayer como en el resto de días de la Feria.
Y como todo principio tiene un final, la Feria de la Virgen del Carmen y de la Sal, que ayer también vivió el día de la patrona de la ciudad, se despide hoy. A las doce de la noche los fuegos artificiales pondrán el punto y final. Habrá quién piense en descansar y habrá quién ya piense en la del año que viene.