SECRETO DEL VERANO

EL rifirrafe que los dos principales partidos, PSOE y PP, han montado esta semana a cuenta de sus rentas ha resultado un poco bochornoso. Si lo que querían era demostrar lo transparentes que son, está claro que no lo han conseguido. Más bien han hecho cieno de las medidas que tan pomposamente dicen que van a aprobar para dignificar la vida política. Lo único que parece haber quedado claro es que Javier Arenas es el político andaluz con más ingresos declarados, que a la postre era el fin perseguido por el PSOE. «El secreto del verano», lo llamó Susana Díaz. Pero tampoco hay acuerdo en cuánto es lo que realmente gana el líder popular ni lo que disfruta del dinero público el presidente de la Junta. Unos y otros vienen a decir que lo que figura en sus respectivas declaraciones de la renta no es lo que es. Algo serio. El PP explica que más de la mitad de los ingresos de su líder por rendimiento del trabajo son gastos de representación pagados por el partido y adjuntan facturas de ellos. El PSOE recuerda que Arenas, como el resto de diputados y senadores, percibe dietas para desplazamiento y manutención que no se cotizan a Hacienda.

Los populares claman porque Griñán vaya de 'pobre' al declarar 55.000 euros menos que Arenas cuando tiene todos los gastos pagados en la Presidencia de la Junta. Un ejemplo. Si Griñán desayuna en su despacho de San Telmo, es obvio que el funcionario que le lleva el café y las medias noches con jamón no le cobra. Paga Presidencia con cargo a su presupuesto: 1,3 millones al año. Un dinero no sólo para desayunos, claro, sino para todos los gastos que conlleve este departamento, incluidas las flores o atenciones que el protocolo institucional demande. Arenas dice en un acta notarial que las flores que envía en nombre del partido las paga él del dinero que luego cotiza como ingresos del PP. Pero no son flores lo que se echan a la cara, sino dardos envenenados. De nade ha servido que los diputados entregaran a los periodistas copias de las declaraciones de la renta. Siguen a la gresca y confunden sobre la verdad de las cifras. Una forma de recuperar la imagen de la clase política y la calidad democrática bastante equivocada. En este rifirrafe los únicos que han sido más claros son los seis diputados de Izquierda Unida. Los de Valderas sí han explicado bien lo que declaran a Hacienda, lo que reciben como dietas y lo que aportan a su formación política. Que pongan una gestoría en el Parlamento y asesoren.