Mata a su madre con una azada e intenta ocultar el crimen
La Guardia Civil detuvo al joven tras encontrar el arma homicida en una parcela contigua y desmontar su versión de los hechos
VALENCIA Actualizado: GuardarUna mujer de 56 años de edad, María Amparo Tortajada Monleón, murió ayer en el Hospital La Fe de Valencia tras ser agredida con una azada por su hijo en el chalé donde residía la familia en la urbanización Puig i Lis, en el término municipal de Llíria. El presunto homicida intentó ocultar el crimen con una versión inverosímil, pero la Guardia Civil lo detuvo después de obtener varias pruebas que le incriminaban.
Los hechos tuvieron lugar sobre las seis de la madrugada del jueves tras una discusión familiar. Al parecer, el agresor llamó a la Policía Local para pedir una ambulancia. Cuando los agentes municipales llegaron a la casa, la víctima estaba gravemente herida en el suelo en medio de un charco de sangre.
Una ambulancia del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) y varias patrullas de la Guardia Civil también se desplazaron con urgencia al lugar. Los agentes interrogaron al hijo de la víctima, su novia y una amiga. Eran las tres únicas personas que se encontraban en la casa junto con un niño de 11 años.
El marido de la fallecida y padre del presunto homicida estaba trabajando cuando se produjo la brutal agresión, por lo que fue avisado por teléfono del grave estado de su esposa. Los sanitarios lograron estabilizar a María Amparo Tortajada y la trasladaron con suma urgencia al nuevo centro hospitalario La Fe, donde ingresó en estado muy grave en la unidad de cuidados intensivos.
Tras interrogar a los tres jóvenes que había en el chalé, la Guardia Civil comenzó a sospechar del hijo de la víctima. El hombre de 33 años explicó a los agentes que él estaba durmiendo cuando ocurrieron los hechos. Según su primera versión, oyó un fuerte golpe y se levantó para ver qué había pasado. Fue entonces cuando supuestamente descubrió el cuerpo ensangrentado de su madre y llamó a la Policía Local para pedir ayuda.
Pero el relato del joven no coincidía con la reconstrucción de los hechos realizada por la Guardia Civil con las pruebas y datos obtenidos en la inspección ocular y los interrogatorios. Horas después, los agentes detuvieron al sospechoso como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa. En ese momento, María Amparo Tortajada todavía se debatía entre la vida y la muerte en la cama número 23 del pabellón de reanimación.
Los agentes también encontraron el arma utilizada en la brutal agresión: una azada. El ahora detenido había lanzado la herramienta a una parcela contigua. Todas las pruebas e indicios incriminaban al hijo de la víctima.
El fuerte golpe que recibió en la cabeza María Amparo Tortajada le causó la muerte horas después. Los médicos de La Fe no pudieron hacer nada para salvar la vida de la mujer. Su hijo se había convertido en un presunto homicida.
Problemas económicos
Según informaron fuentes cercanas a la familia, el autor de la agresión sufre trastornos mentales que se habrían agravado al perder su puesto de trabajo. Además, arrastraba graves problemas económicos debido a su afición por los automóviles. El joven pidió varios préstamos para comprar vehículos, pero luego no pudo devolver el dinero.
«Sus padres avalaron los créditos y les embargaron un piso», explica una amiga de la mujer fallecida. Tras perder la vivienda, las discusiones familiares eran cada vez más violentas. Además, la víctima no aprobaba la relación sentimental de su hijo con una joven que apenas conocía.
El presunto homicida está previsto que pase hoy a disposición del juzgado de guardia de Llíria. Los agentes del Equipo Mujer-Menor (EMUME) de la Guardia Civil de Valencia se han hecho cargo de las investigaciones.