La crisis también se va de Feria
Los feriantes esperan a que el fin de semana remonten las ventas, mermadas por la situación económica Las familias reducen el número de visitas al Real de La Magdalena para ahorrar gastos
Actualizado:Esa palabra que se ha convertido en parte del vocabulario básico de cualquier español, también se va de Feria. La crisis está presente en el recinto de la Magdalena. En boca de las familias, de los caseteros, de los feriantes, en definitiva de todos. No es algo nuevo, porque en los últimos años siempre ha estado presente. «Es que es imposible. Tengo tres niños y todos quieren ir a las atracciones. Luego la cena, las chuches, algún juguete. Un dineral». Los padres aprietan los puños para no gastar y capean como pueden las peticiones de sus pequeños. Muchas familias han acortado sus días de estancia en la Feria. «Si antes íbamos cuatro o cinco días ahora vamos dos, porque si no es escuchar a los niños llorar continuamente».
Pero las familias no son las únicas víctimas de la crisis. Los feriantes también se quejan de la picaresca y los pequeños trucos que algunos han desarrollado para gastar lo menos posible. «De tapa no piden mucho porque ya vienen cenado y toman solo una copa», asegura uno de los caseteros. Aunque son los espacios para jóvenes los que más han notado las peripecias por no gastar en cubatas. «En los bolsos meten botellas de agua llenas de los restos del botellón y se lo van pasando entre los amigos». El paseo de la Magdalena es el refugio de los jóvenes y allí se concentran para beber. Y es una tradición, un punto de encuentro y la principal forma de ahorro. «Hombre lo que no quieres es que te claven así que lo que haces es tomarte las copas fuera en el botellón con tus amigos que sale más barato y cuando ya estás harto pues te vas a bailar a las casetas».
Los recortes también ha llegado a la caseta municipal y este año se ha suprimido por primera vez la cena del mayor, eso sí de forma consensuada con los afectados para que ese dinero se invierta en otras políticas para residencias y colectivos de geriatría.
Y todo ello cuando llega el fin de semana y el recinto se abre a la Bahía. Los días grandes y donde los caseteros ponen sus esperanzas para recuperar la inversión realizada. A todo ello hay que tener en cuenta que se trata de una feria que se vive de noche por lo que es lógico que se llene durante los días festivos. Una oportunidad para hacer caja dentro de las limitaciones por la crisis.
Además, llega el día que da sentido a la celebración porque hoy es el día de la Virgen del Carmen, la patrona de la ciudad. Diferentes serán los actos que se lleven a cabo, pero como siempre la atención se la llevará la procesión marítima que partirá desde el muelle de Gallinera por la tarde ya.
Penúltima jornada que se enfila entre el cansancio y la pena de ver que llega el final, aquel que pondrá los fuegos artificiales el próximo domingo en otra jornada marcada por los caballos, que buscan su sitio en la Feria durante el día a través del empecinamiento de la asociación Hípica de La Isla, que también participará hoy en un desfile que acabará precisamente en la Magdalena.
El principio del fin ya se atisba y los isleños no dudarán en apurar todas las horas posibles de lo que queda de una Feria que no ha presentado grandes novedades a causa precisamente de la crisis. Aún así, el Ayuntamiento tiene la intención de que recupere su protagonismo dentro de la Bahía.