Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
crisis económica

Los expertos plantean dudas sobre el rigor que ha tenido el examen financiero

El número de aprobados ha sido mayor del esperado y las necesidades de capital muy pequeñas

IÑAKI CASTRO
BRUSELASActualizado:

Las ansiadas notas de los test de estrés no convencieron a los mercados europeos. Nada más conocerse que sólo ocho bancos habían suspendido, las dudas sobre la rigurosidad de los exámenes afloraron en los análisis de los especialistas. La UE, que aplaudió la "fortaleza" del sector, se había marcado como gran objetivo para las pruebas de este año que recuperaran la credibilidad tras el fiasco de 2010. En la edición anterior, apenas siete entidades patinaron en los controles y no se detectó la debilidad de la banca irlandesa, que meses después tuvo que ser recapitalizada y provocó el posterior rescate del país.

Las quinielas que se habían hecho días atrás apuntaban a que el número de suspensos llegaría a 15. De ahí que al anunciarse que sólo ocho de las 90 entidades analizadas no alcanzaban los niveles de recursos propios exigidos, los analistas comenzaron a extender sus dudas. Algo así como "demasiado bueno para ser verdad".

Los dos suspensos helenos fueron para el ATE Bank y el EFG Eurobank. El primero de ellos, de titularidad pública, tampoco alcanzó el listón exigido el año pasado. El Banco de Grecia aseguró que la entidad habría aprobado si se hubiera tenido en cuenta una reciente ampliación de capital de 1.250 millones. El Eurobank subrayó que no necesitará una inyección adicional porque ya se han tomado las medidas necesarias. Al parecer, la firma ha entablado conversaciones para vender su filial en Turquía.

Alivio general

El tercer insuficiente al margen de las entidades españolas lo protagonizó el Volksbanken austriaco. Su tropiezo no sorprendió a nadie en el país, porque desde 2009 lucha por volver a equilibrar sus cuentas. El Volksbanken ocupa la cuarta posición en su mercado nacional y el jueves por la noche anunció la venta de su negocio en el Este de Europa a un rival ruso. Según el supervisor austriaco, con el capital obtenido por este traspaso rebasará holgadamente el límite del 5% requerido por la EBA.

En el resto de Europa, la gran banca salió airosa del ejercicio de resistencia. Todos los bancos alemanes, franceses y británicos pasaron el corte. El foco apuntaba especialmente a Francia por su importante exposición a la deuda helena. Las notas, sin embargo, disipan cualquier duda. El BNP Paribas, Crédit Agricole, Societé Générale y Banque Populaire Caisse d'Epargne exhibieron de media un capital básico del 7,5%. Las cuatro entidades presentadas por Reino Unido -Royal Bank of Scotland, HSBC, Barclays y Lloyds- rubricaron unos resultados similares.

En tela de juicio

Los analistas esperaban que las calificaciones no fueran tan boyantes. Después del sonrojo que provocaron el año pasado las entidades irlandesas, la EBA había anunciado que las pruebas ganarían en rigurosidad. La edición electrónica del 'Financial Times' remarcó desde el primer momento que los resultados mantienen las "dudas" sobre la recuperación de la confianza en el sector. El rotativo económico de referencia en Europa llamaba especialmente la atención sobre el hecho de que sólo se necesitan 2.500 millones -incluso mil menos que en 2010- para recapitalizar a los bancos.

"Con sólo ocho suspensos, los 'stress test' no son la solución para devolver la confianza. Se necesitaban más entidades incapaces de superar la criba y más capital para apoyarlas", aseguró un analista a Reuters. Estas críticas se unen a las vertidas en los últimos días por la falta de exigencia con respecto a la crisis de la deuda. En el caso de la devaluación del precio de los bonos, los escenarios más adversos ya se han visto superados con los títulos de los países rescatados. Además, no ha llegado a contemplarse la posibilidad de la quiebra parcial de Grecia, una opción que han aceptado estudiar los ministros de Economía de la Eurozona.

Alumnos esforzados

El presidente de la EBA, el italiano Andrea Enria, defendió la rigurosidad de las pruebas. "Casi todos los bancos se han quejado del nivel de transparencia que ponemos sobre la mesa", subrayó en referencia a la "información sin precedentes" que puede consultar cualquier interesado. En cuanto al bajo nivel de suspensos, el responsable del organismo aseguró que el sector se ha preparado a conciencia para pasar el ejercicio. De acuerdo a sus datos, a finales de 2010 un total de 20 firmas hubiesen suspendido, pero en los últimos meses han reforzado su solvencia con un capital global de 50.000 millones.

La Comisión Europea recordó que los 'stress test' no pueden considerarse la panacea de la recuperación del sector. Son una herramienta, no un fin en sí mismos, recordaron. "Se trata de una pieza esencial del puzzle, pero no es la solución definitiva", apuntaron en una declaración conjunta los comisarios de Economía y Mercado Interior. Las entidades con suspenso tienen hasta octubre para presentar un plan recapitalización. Las doce con aprobado raspado gozarán de más tiempo, aunque se plantea que refuercen su estabilidad con una limitación de dividendos y ampliaciones de capital.