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Economia

Ahora todos miran a la UE

El 'riesgo país' de España volvió a escalar hasta 343 puntos después de conocerse el resultado de los test

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Todo resuelto, aunque negativamente. Los test no han pasado de ser una meta volante y ahora queda la montaña, plagada de puertos de primera especial. El Eurogrupo sigue teniendo la palabra definitiva en torno la solución del problema griego y con ello la llave para liberar las tensiones que siguen instaladas en torno a la deuda de los llamados países periféricos, a los que se ha sumado hace tan solo unos días Italia. La cita, el próximo jueves.

El mercado financiero castigó ayer a España a lo largo de toda la jornada y mandó un recado con formato de correctivo nada más conocerse los resultados de los test de solvencia sobre la banca. Al finalizar la jornada, el 'riesgo país' de España, medido por el diferencial del bono a 10 años con su equivalente alemán, se situaba en 343 puntos. A lo largo de la jornada empeoró nueve puntos. Así las cosas, el tipo de interés del bono español escalaba hasta el 6,14%. Una tasa que muchos expertos consideran ya como «excesiva» si se quiere evitar una reacción en cadena: incumplimiento de los compromisos de control del déficit, mayores necesidades de financiación y colapso final.

La Bolsa también se resintió de este nuevo empujón a España y el Ibex-35, el principal índice del mercado de renta variable, cayó 1,19 puntos para situarse al cierre de la sesión en 9.484,2 puntos. La semana que terminó ayer sería para olvidar de no ser porque las perspectivas a corto plazo son también negativas. En las últimas seis sesiones de Bolsa, desde que el jueves pasado comenzasen a circular de forma intensa los rumores sobre la supuesta debilidad de Italia para hacer frente a su deuda pública, el mercado español ha perdido un 7% de su valor.

Siguen las dudas

Los test no parecen haber resuelto las dudas sobre la solidez del sistema financiero que soporta el euro. Al contrario, el hecho de que España aparezca como el país con más entidades en la 'cuerda floja' -cinco de los ocho suspensos son españoles- ha podido empañar de forma adicional la ya maltrecha imagen exterior del país.

Habrá que esperar al lunes para saber si las explicaciones del gobernador del Banco de España y de la vicepresidenta Elena Salgado ejercen un efecto de bálsamo sobre la cotización de los activos nacionales. Ambos han puesto de manifiesto sus discrepancias con la metodología de análisis, que ha despreciado algunas fortalezas técnicas de las entidades financieras españolas, así como la buena imagen de conjunto que ha ofrecido el sector financiero español, comparado con el resto de Europa.

El mercado esperaba con interés los resultados de los test, pero los numerosos detalles que se habían filtrado a lo largo de la semana evitaron que la publicación oficial se convirtiese en una gran sorpresa. El foco, el epicentro del interés, no ha cambiado de ubicación y sigue instalado en el seno de la Unión Europea y en su incapacidad para encontrar una solución definitiva al problema de la deuda griega. Los expertos creen que sería una magnífica noticia que se anuncie un acuerdo del Eurogrupo en torno al segundo paquete de rescate para Grecia, pero comienzan a pensar que puede ser «insuficiente». El mercado está glotón y pide más a los responsables políticos europeos.

Quiere sorpresas en forma de muros de contención para España e Italia, que están colgados de un hilo demasiado frágil.

La próxima semana tiene otros dos hitos importantes, que permitirán también valorar el efecto real que estas pruebas de solvencia han tenido en el mercado financiero. Se trata de las salidas a Bolsa de banca Cívica y Bankia, dos procesos que se enmarcan dentro del saneamiento del sistema financiero español y que han estado cargados de incógnitas, como consecuencia de las turbulencias financieras de las últimas semanas.