Cae una banda que simuló ser una empresa para robar 60 toneladas de metal
La Guardia Civil ha detenido a 15 personas e imputado a otras dos que operaban desde abril y que han desmantelado la azucarera de Guadalcacín
JEREZ. Actualizado: GuardarTrabajaban de sol a sol, en tres turnos de trabajo perfectamente organizados, y con tres excavadoras y un camión-cuba alquilados venían operando desde abril en la antigua azucarera de Guadalcacín desmontando todo lo que quedaba en esta vieja fábrica que realizó en 2007 su última campaña de remolacha. Incluso eran conocidos en los alrededores de la planta, como en la venta cercana en la que tomaban los cafés y donde los cocineros contaban ayer cómo les preparaban todos los días bocadillos de tortilla con chorizo para el almuerzo.
Pero este equipo que trabajaba a plena luz del día y al que muchos vecinos de la pedanía pudieron ver realizando excavaciones en los terrenos de la fábrica no formaba parte de ninguna empresa contratada para esta tarea, sino que se trataba de una banda organizada que gracias a esa apariencia de normalidad consiguió desmantelar las instalaciones todavía propiedad de Azucarera Ebro, dar otros dos golpes más en la comarca y hacerse con pingües beneficios.
Ha sido el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Jerez el que ha conseguido acabar con esta organización en el marco de la operación 'Dulce Hierro', que se ha desarrollado durante el miércoles y ayer jueves a instancias del juzgado de instrucción número 1 de la ciudad, y que por el momento se ha saldado con la detención de 15 personas, la imputación de otras dos y la incautación de una furgoneta Mercedes y un turismo de la marca Seat Toledo. No obstante, ayer la operación continuaba abierta -incluso se realizaron inspecciones a varias chatarrerías, entre otros- y no se descartaba que se pudieran producir más detenciones.
El principal escenario en el que actuaron los falsos trabajadores, todos de nacionalidad española, de la misma zona donde se produjeron los golpes y con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, ha sido la azucarera de Guadalcacín, donde en un tiempo récord lograron robar nada menos que 55 toneladas de hierro y 4.300 kilos de cobre, unos hechos por los que se ha detenido a un total de 12 personas.
Pero como explicó ayer el portavoz de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz, Manuel González, también actuaron en otras zonas en las que se hicieron con dos toneladas de hierro y cobre. Es el caso de una finca de la Laguna de Torrox en la que se produjo un robo con fuerza para hacerse con herramientas y maquinaria, lo que ha llevado a la detención de una persona y la imputación de otras dos.
El último robo se produjo en un finca de invernaderos de la vecina localidad de Chipiona en el que actuaron llevándose incluso las gavillas de hierro de los plásticos que sustentan el invernadero y las tuberías de riego por goteo, lo que ha provocado que en las instalaciones, además del desvalijamiento, se hayan contabilizado daños por valor de 15.000 euros. Como consecuencia, se procedió a la detención de dos personas.
Todos los arrestados pasaron el día de ayer prestando declaraciones en las dependencias de la Guardia Civil de Jerez y estaba previsto que pasaran a disposición judicial a lo largo del día de hoy.
La voz de alarma que levantó las sospechas llegó desde la propia empresa propietaria de los terrenos de la azucarera, en la que los ladrones han trabajado a destajo para llevarse incluso el material de los raíles y las vías del ferrocarril que discurría por la vieja fábrica, así como antiguos depósitos, todo el cable de cobre y el material de las canalizaciones subterráneas y hasta las tuberías de los antiguas casas de los empleados de Ebro que estaban ya derruidas dentro del recinto.
Eso ha provocado que el actual aspecto de las instalaciones sea el de una gran escombrera llena de zanjas y socavones fruto de la ardua tarea de tener que sacar todo el metal enterrado y del gran número de catas que realizaban a cada paso con las excavadoras para tratar de hallar el material que querían sustraer. Sin ir más lejos, algunas de las zanjas abiertas e inspeccionadas alcanzan los 150 metros de longitud, con un metro de anchura y otros dos de profundidad.