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MUNDO

Los desfiles despiertan la violencia latente en Ulster

L. GÓMEZ
LONDRES.Actualizado:

La violencia estalló por segunda noche consecutiva en zonas de Irlanda del Norte al finalizar las marchas orangistas que reivindican la victoria de Guillermo III sobre las tropas católicas en la batalla del Boyne de 1690. Grupos de jóvenes atacaron a las fuerzas de seguridad con cócteles molotov, fuegos artificiales y pedruscos en Belfast y Derry, y prendieron fuego a vehículos privados. La Policía detuvo a 16 adultos y 10 menores, incluido un chaval de 12 años. El Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) sufrió 38 bajas por heridas leves en los disturbios.

En Belfast, los enfrentamientos se concentraron en el norte de la ciudad, en Ardoyne, barrio con largo historial de oposición a los desfiles de la Orden de Orange. Por la mañana, la marcha atravesó la disputada área en un ambiente tenso pero controlado. Horas después, cuando la comitiva regresó a la sede de su hermandad, la protesta degeneró en violencia contra las fuerzas del orden que trataban de impedir un choque frontal entre orangistas y nacionalistas.

Las recriminaciones no se hicieron esperar. Sinn Fein situó a miembros de Eirige, organización radical republicana, entre los responsables de los disturbios en Ardoyne. Eirige, a su vez, reprochó la dureza de la Policía contra los manifestantes. «La protesta fue pacífica hasta que intervino el PSNI con cañones de agua. Eirige no participó en los disturbios», señaló su portavoz Pàdraig O'Meiscill.

El PSNI, por su parte, limitó las refriegas a «pequeños reductos» nacionalistas, sin alcanzar el nivel de violencia de julio de 2010.