Incendio europeo
Una reestructuración desordenada de la deuda griega tendría un efecto sobre España
Actualizado:La crisis del euro se agrava a causa en gran parte de la funesta combinación de las reacciones rápidas de los mercados y lentas de los políticos. Los responsables de los Ejecutivos nacionales y de las instituciones europeas solo toman medidas in extremis, cuando se sienten cerca del precipicio. Falta una visión política global del problema y un cierto desapego de las encuestas electorales. Así, los mercados pusieron más presión ayer sobre la deuda de los países periféricos, incluido España. Nuestra prima de riesgo alcanzó nuevos máximos. El pesimismo se volvió a instalar tras comprobarse que aún no hay acuerdo europeo para poner en práctica el segundo plan de rescate de Grecia, por la indefinición sobre cuál debe ser la contribución de la banca. Esta aportación se está negociando con muchas dificultades, dado su carácter voluntario. A cambio, hay que resaltar que en Bruselas se ha aceptado que el fondo de rescate ya creado y utilizado en Irlanda y Portugal funcionará con más flexibilidad y permitirá respirar un poco más a los países rescatados, incluso invirtiendo en su deuda pública. El paso siguiente puede ser admitir una reestructuración parcial y controlada de la deuda griega. Pero la situación general del euro es delicada. Por si fueran poco los problemas de los países rescatados y de España, crecen las dudas sobre la economía italiana, lo que ha llevado al desprestigiado gobierno de Berlusconi a anunciar un fuerte ajuste presupuestario. Gracias al liderazgo moral de Napolitano, el presidente de la República, respetado por todos los partidos, este recorte se aprobará en tiempo récord y contará con el apoyo de la oposición. Ayer el presidente Zapatero se entrevistó con el presidente del Consejo Europeo, Hernan van Rompuy, para reiterarle los esfuerzos que está haciendo y las reformas que ya se han puesto en marcha y éste convocó la enésima reunión urgente de los primeros ministros. Pero en el caso español estamos ante un Gobierno agotado, con escasa credibilidad europea e internacional. España no está todavía lo suficientemente lejos de Grecia y una reestructuación desordenada de la deuda helena, algo que no se puede descartar aún, tendría un efecto dominó muy peligroso sobre toda la península ibérica.