La crisis incrementa en un 80% la demanda de justicia gratuita

Mientras otros sectores han perdido enteros a pasos agigantados por la aparición de la crisis, el servicio de justicia gratuita o, lo que es lo mismo, los abogados del turno de oficio han visto incrementado su trabajo a unos niveles descomunales, justo en la misma proporción en la que se ha consolidado la recesión económica. La razón es meridianamente clara, y radica en que la escasez de recursos ha propiciado el que a muchos ciudadanos no les quede otro remedio que acudir a este servicio para defender sus intereses en cualquier litigio.

Algo que responde a la generalidad del turno de oficio, pero que en el caso de los asuntos laborales se añade al aumento de la conflictividad en las empresas por el aluvión de despidos y demás situaciones perjudiciales para trabajadores y patronos, consecuencia de la crisis. El Colegio de Abogados de Jerez hizo públicos ayer estos datos, coincidiendo con la celebración del Día de la Justicia Gratuita, que conmemoraron con una jornada de puertas abiertas y un reconocimiento a los letrados de oficio que llevan más de 30 años desempeñando esta labor.

Luciano García, diputado sexto de la junta de gobierno del Colegio, fue el encargado de anunciar que en los últimos tres años la demanda en lo que respecta al Derecho Laboral ha subido un 80%, pasando de 240 expedientes en 2007 a 456 en 2010. A este dato le sigue el incremento en un 50% de los asuntos civiles (500 frente a 805) y en un 17% en penales (de 1.515 a 1.767 procedimientos).

Por contra, García destacó la bajada experimentada en las solicitudes relativas a extranjería, algo que justificó si se tiene en cuenta que, con la recesión, también ha descendido el número de personas que residen de manera ilegal en la ciudad. Como desglosó, el servicio está compuesto por 183 letrados y canalizado a través de la oficina de orientación jurídica, encargada de dilucidar si el beneficiario en potencia cumple con los requisitos.

Formación y especialización

Además, el sistema dispone de un abogado siempre de guardia; otro a disposición de los juzgados de instrucción; uno específico para el turno de menores; otro para el de extranjeros y otro para el de violencia de género. «Lo más importante para prestar esta asistencia es que los profesionales estén formados –remarcó–, porque es la única manera de que el servicio se preste con calidad». Para ello, los aspirantes deben someterse a algunos cursos en la Escuela de Práctica Jurídica, además de otros especializados para determinadas materias y un continuo reciclaje facilitado por la Junta de Andalucía.

El decano del Colegio de Abogados, Marcos Camacho, abogó por la defensa de la figura del letrado del turno de oficio reivindicando su profesionalidad y aplaudiendo el hecho de que la imagen de estos abogados haya mejorado con el tiempo. «Entre otras cosas, ya se ha superado esa antigua idea de que no se atiende de igual forma a los clientes del turno de oficio que a los de pago. Estos abogados son profesionales y como tales deberán ser reconocidos».

Camacho no dejó escapar la ocasión para referirse a la polémica del retraso en los pagos de este servicio, por parte de la administración autonómica. Como reconoció, desde que se ha cambiado el sistema de ingreso pasando a ser mensual (antes se abonaba «cuando se podía»), se ha solventado en buena parte el problema y solo espera que el compromiso no se incumpla y los profesionales sean remunerados en tiempo y forma, como merecen.