SOUVENIR
Actualizado: GuardarParece que la boda monegasca no ha resultado todo lo rentable que esperaba el príncipe Alberto. Las cuentas no salen. Tampoco allá en Mónaco, un país al que la opulencia se le supone. No sé qué pensará de esto la implacable agencia Moody's. Miedo da pensarlo. Y risa también. Porque no deja de ser cómico que la economía mundial dependa de un organismo con semejante nombrecito. 'Moody' en inglés es lo que se le dice a una persona de temperamento variable, voluble, que cambia a menudo de estado de ánimo. En definitiva, un veleta. ¿Se fiarían ustedes del fluctuante criterio de alguien así? Bueno, pues los que manejan las finanzas a nivel global no solo se fían sino que lo acatan como si se tratara de un dogma. Pero, ya les digo, en traducción literal, es la agencia de calificación del señor Veleta la que ayer tumbó a Grecia, hoy a Portugal y mañana sabe dios a quién... Mónaco en cualquier caso no creo que esté en su punto de mira. Es un país peculiar. Por diminuto, por ser paraíso fiscal y por tener una economía de casino. En sentido literal, por supuesto, no en el metafórico que suele emplear Felipe González en sus eruditas lecciones magistrales sobre lo que debe y no debe hacer un gobierno, gracias a esa sorprendente claridad mental que invade a los presidentes en cuanto dejan el cargo. Pero no es a la ruleta a lo que va a fiar el príncipe Alberto la recuperación económica de su país tras la extenuante boda, sino a la venta de souvenirs: vajillas, tazas, pañuelos y camisetas. Todos ellos decorados con la imagen del flamante matrimonio. Me pregunto, y no hallo respuesta, qué tipo de comensal desearía tener en su casa una de esas vajillas en las que al ir acabando el cocido va apareciendo en el fondo del plato la calva de Alberto de Mónaco, por más que te prometan la ventaja de no encontrar nunca un pelo en la sopa... No. Si Mónaco de verdad quiere recuperar e incluso doblar la inversión de esa boda lo que tiene que hacer es comercializar el vídeo, pero no el de la versión oficial, sino el de las tomas falsas.