Alemania exige a Berlusconi nuevos recortes para calmar los mercados
El Gobierno germano llama a «no tomarse demasiado en serio» las turbulencias previas a una cumbre de la Eurozona
BRUSELAS.Actualizado:Alemania no se cansa de reclamar ajustes a sus socios de la Eurozona. Angela Merkel volvió a recetar ayer a Italia una dosis completa de recortes para evitar nuevos castigos de los mercados. En una conversación telefónica, la canciller germana exigió a Silvio Berlusconi que apruebe cuanto antes el tijeretazo de 48.000 millones presentado la semana pasada. Pese a que todas las bolsas europeas vivieron una jornada de infarto, el Gobierno alemán sorprendió al pedir que no se tomen «demasiado en serio» las tensiones que preceden a las cumbres de ministros de Economía en Bruselas.
Merkel, convertida en esta crisis en líder europea de facto, dejó claro una vez más que los ajustes son la clave de bóveda de su estrategia para salir de la crisis. A su país le ha funcionado y no permitirá desviaciones a sus socios. «Italia tiene que enviar una importante señal mediante la aprobación de un presupuesto que apueste por la austeridad y la consolidación», proclamó desde Berlín. La canciller se refería al programa plurianual de ajustes que Berlusconi llevará al Parlamento a principios de agosto. En total, el Gobierno de Roma pretende ahorrar 48.000 millones hasta 2014.
Aunque evitó transmitir una sensación de excesiva preocupación por los agobios de Italia, Merkel admitió que el domingo telefoneó a Berlusconi. Según desveló, la conversación se centró en los recortes que el líder conservador ha puesto sobre la mesa. «Tengo plena confianza en que el Gobierno italiano aprobará las medidas», remarcó. La reacción de Merkel muestra con nitidez las exigencias que podrían afrontar otros países que, como España, se ven zarandeados periódicamente por los mercados.
En Bruselas, el aciago día vivido por las bolsas se llevó con una llamativa serenidad. Los ministros de Economía de la zona euro apenas se inquietaron por el batacazo de las bolsas en Italia y España. Las declaraciones más asombrosas fueron las de Wolfgang Schäuble, titular alemán de Finanzas, a su llegada al encuentro. «Se trata de la agitación habitual antes de estas reuniones. No debe tomarse demasiado en serio», subrayó.
Plan griego
Las dificultades de Italia, tercera economía de la Eurozona, estaban en la mente de todos los ministros, pero Grecia volvió a acaparar el protagonismo de la reunión. Los socios siguen enfrascados en el debate sobre la participación de los bancos en el segundo rescate, que debería acordarse antes de las vacaciones.
La principal novedad que emergió ayer es que Alemania y Holanda están dispuestas a forzar una suspensión de pagos de Grecia para imponer sus tesis. Ambos países, que encabezan a un grupo de socios cada vez más críticos con los rescates, apuestan por una participación «sustancial» de los bancos en la ayuda de emergencia. El ministro de Finanzas de Países Bajos, Jan Kees de Jager, admitió antes de la cumbre que «algunas» agencias de rating no validarán jamás una implicación importante de las entidades. El dictamen de las firmas de calificación es clave porque si se decantan por una nota negativa el terremoto financiero está garantizado.
El bofetón del ministro holandés a las agencias de rating llega en pleno pulso de la UE con estas compañías. Bruselas no les perdona que encumbraran a los productos tóxicos que provocaron la crisis y ahora se ceben con los países rescatados. Ayer, dos miembros de la Comisión reclamaron una nueva regulación para romper el todopoderoso triunvirato de Standard & Poor's, Moody's y Fitch. «Europa no puede permitir que tres empresas privadas la destrocen», proclamó Viviane Reding, comisaria de Justicia. El responsable comunitario de Mercado Interior, Michel Barnier, puso sobre la mesa una propuesta concreta. A su juicio, debería prohibirse que las agencias califiquen a los países rescatados.