¡Preparados, listos, ya!

El Xerez Deportivo de Juan Merino echa a andar y lo hace con mucha ilusión, al igual que con mucho calor. El nuevo proyecto de Emilio Viqueira arrancó en la mañana de ayer con una jornada de encuentros y presentaciones. La principal, la de Juan Merino, flamante entrenador de la escuadra xerecista, que mantuvo en vestuarios una charla inicial de más de 30 minutos con un plantel casi completo, ya que hasta 26 futbolistas empezaron bien temprano el trabajo en el anexo de Chapín.

16 futbolistas del año pasado, así como tres de los cuatro fichajes realizados de momento por el club (Íñigo Vélez no entrenó ya que hasta hoy no será presentado, una vez pase el reconocimiento médico), trabajaron por la mañana en las instalaciones jerezanas acompañados de siete canteranos que estarán habitualmente ejercitándose con el equipo.

Para empezar, las primeras presentaciones. Juan Merino saludaba a los integrantes de los servicios médicos del Xerez. A unos metros se creaban los primeros grupo. Tato se acercaba a Bruno Herrero, con el que coincidió en el Murcia, Israel con José Mari, los dos con pasado bético, Raúl Cámara con Barber, Adri y Toni con el resto de canteranos... Primeros encuentros antes de una primera sesión marcada por el calor (hasta 26 grados llegó a marcar el mercurio a las 10.15 de la mañana). Carrera continua, trabajo con balón y estiramientos centraron básicamente la primera toma de contacto de un equipo que por la tarde se ejercitó en el Municipal de Chapín.

Mucha cantera

Además, el primer entrenamiento del equipo azulino se caracterizó por la presencia de varios canteranos. Toni y Adri Cuevas formarán parte de la primera plantilla, pero hay más jóvenes jugadores en el primer equipo, como el lateral Joaqui, el central Borja, capitán del Xerez B, Sergio Iglesias, Iván Jiménez o los porteros Iván Ares, también habitual el año pasado en los entrenamientos de Javi López, y Luis Rodríguez.

Cabe destacar que el primer día de trabajo no trajo ninguna lesión importante en el conjunto azulino. Algunos jugadores acabaron con las típicas molestias después de más de un mes de asueto, y algunos de los nuevos, caso de Tato, sufrió las consecuencias de entrenar bajo un sol de infarto y con las altas temperaturas habituales de esta época estival.