Trabajadores del CSIC en plena tarea.
ARQUEOLOGÍA

Los agricultores del más allá

Casi un centenar de figuras de barro procedentes del ajuar funerario de un sacerdote egipcio de hace 3.000 mil años, penúltimo hallazgo del 'Proyecto Djehuty'

MADRID Actualizado: Guardar
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"Llevamos diez años excavando y hemos realizado hallazgos fascinantes, pero aquí se podrá seguir investigando y hallando tesoros durante los próximos cien años". Así lo cree José Manuel Galán, egiptólogo y arqueólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al frente del equipo que excava en Luxor desde 2001. Es la cara visible del 'proyecto Djehuty' cuyo último y feliz hallazgo son casi un centenar de figurillas de barro pintadas de unos 3.000 años de antigüedad. También un centenar de momias de animales de la era grecorromana.

El equipo dirigido por Galán desenterró las figurillas en el depósito de la necrópolis de Dra Abu el Naga, en la orilla occidental del Nilo, en la antigua Tebas, en las proximidades del actual Luxor. Las estatuillas, denominadas 'shabtis', son, con casi total probabilidad, parte del ajuar funerario de un sacerdote. Su finalidad era acompañar al difunto en el más allá y auxiliarle en las labores agrícolas. Los habitantes del paraíso debían trabajar en los campos de cultivo arando y abriendo canales de regadío, y en esa labor quedaba encomendada a las figurillas de terracota que fueron soterradas junto al difunto. No en vano, las estatuillas, que tienen unos 15 centímetros de altura, sostienen dos azadillas para labrar y portan en la espalda un pequeño saco de semillas.

El nombre del propietario de las figuras aparece inscrito en vertical sobre sus piernas juntas y estiradas. Se trata de Su-en-amon, quien vivió durante la dinastía XXI, hacia el año 1.000 antes de Cristo. Su nombre está en toda las figuras que los arqueólogos las descubrieron durante las excavaciones al suroeste de la entrada a la tumba de Djehuty.

Intacta

Según Galán, la importancia del hallazgo reside en que la zona "está intacta desde una época muy antigua, hace al menos 3.000 años", y a que "los ladrones y egiptólogos del siglo XIX y principios del XX que pasaron por aquí no tocaron el terreno". "A medida que profundicemos en la excavación, nos esperan estratos más antiguos en relativo buen estado", se felicita Galán, investigador adscrito al Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.

La tumba de Djehuty y sus tres pozos funerarios se han excavado en su totalidad pero ya han comenzado las tareas de restauración de las paredes y la recomposición de las inscripciones y escenas talladas en relieve en la misma roca de la colina. Los arqueólogos españoles quieren que cuando culminen su proyecto el yacimiento restaurado y habilitado se pueda visitar.

Las excavaciones del 'Proyecto Djehuty' explorar el área en la que se encuentran las tumbas de Djehuty y Hery dos altos dignatarios de la corte egipcia entre el año 1500 y 1450 antes de Cristo. Djehuty era supervisor del Tesoro y de los artesanos de la reina Hatshepsut, una de las pocas mujeres del antiguo Egipto que ejerció de faraona en torno al año 1470 antes de nuestra era.

En esta décima campaña se halló también un gran santuario y un cementerio de animales de época grecorromana. Está en una gran galería subterránea con media docena de habitaciones, algunas con altos techos y con pilares en el centro, que contiene numerosas momias de ibis, halcones y otros animales. Hay también restos de vasijas de cerámica y dos inscripciones en tinta roja con caracteres demóticos.

Así lo explicó Galán al presentar el penúltimo descubrimiento de este ambicioso proyecto arqueológico en presencia de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo. El CSIC aporta los 120.000 euros del presupuesto anual de estas excavaciones, que contratan cada año a un centenar de persona en Egipto.

Más hallazgos

Los científicos del CSIC excavan seis semanas al año entre enero y febrero desde hace un década. Entre sus hallazgos más destacados de estos años está 'La tabla del aprendiz', un singular 'pizarrín de escuela' que se exhibe hoy en el museo de Luxor, numerosos ramos de flores secas de enterramientos de hace 1.000 años, o la tumba de 'Iqer', un arquero que vivió 500 años antes de Djehuty.

La última campaña quedó reducida a tres semanas. Y es que la campaña se vio interrumpida por el estallido de la revuelta popular que derrocó a Hosni Mubarak, dictador al frente del gobierno egipcio durante casi tres décadas. "Vivimos momentos emocionantes y cruciales para el país y para las personas que trabajaban con nosotros en Egipto, un país con futuro que ofrece oportunidades de negocio y que ve con muy buenos ojos a España y a los españoles".

Galán cree que yacimiento de Luxor seguirá dando sorpresas muy agradables durante muchos años. Tanto que el director compara el 'Proyecto Djehuty' con el yacimiento paleolítico de Atapuerca "donde se han realizado hallazgos fascinantes, pero en el que dada la riqueza, los mejores tesoros están todavía sin excavar". "La arqueología es un culebrón por entregas. Siempre queda para el año siguiente el caramelo que acabas de descubrir", concluye Galán.

Para la ministra Garmendia "este tipo de expediciones sitúan a la egiptología española en la élite internacional". Estima la ministra que la modesta inversión en este ámbito "permite mejorar las relaciones institucionales con los países en desarrollo y ofrece una rentabilidad enorme".