La foto del último capo

De vez en cuando la Policía italiana coge el ordenador y envejece a un capo de la Mafia. No sirve de gran cosa, lo hace más que nada para dotarles de carne y hueso, un rostro con arrugas y canas, pues son personajes que se suelen mitificar. Esto es muy cierto con Matteo Messina Denaro, 49 años, el actual capo máximo de Cosa Nostra cuyo rostro se ha actualizado esta semana. Según su última foto de los ochenta, es un joven guaperas de discoteca, con gafas de sol Ray-Ban, pero en su último retrato aparece un señor mayor con los ojos hundidos y grandes entradas. Es el criminal más buscado de Italia y el quinto del mundo.

A Messina Denaro quizá le fastidie, porque tiene fama de vanidoso, pero a lo mejor se muere de risa. Las reconstrucciones de los últimos capos se han revelado un fiasco cuando han sido capturados. El sucesor de Totó Riina tras la detención de éste en 1993, Bernardo Provenzano, buscado durante 43 años y arrestado finalmente en abril de 2006, tenía retratos robot desde 1963. Cada vez se fue pareciendo menos, pero es que solo había una foto suya de la mili. Al final arrestaron a un portero de Palermo que era igual y se había cruzado por azar con un correo de Provenzano. Pero peor fue con Salvatore Lo Piccolo, breve sucesor de Provenzano hasta noviembre de 2007. No se parecía nada y cuando el fiscal lo tuvo delante le confesó que con su retrato robot jamás lo habrían cogido.

Con Messina Denaro, no obstante, se ha usado un programa de vanguardia al que se han incorporado como referencia imágenes antiguas y actuales de familiares, para ver cómo envejecen. Como en otros casos, algunos 'arrepentidos' han aportado detalles valiosos, porque lo han visto y dicen si se parece o no. El día que cojan a Messina Denaro se verá. Hace tiempo que se habla de su inminente captura y ya han caído su hermano y muchos de sus hombres de confianza. El pasado mes de mayo escapó por un pelo a una redada cerca de su pueblo, Castelvetrano. No sería raro que Messina Denaro estuviera allí, todos los últimos capos han sido descubiertos en su pueblo de toda la vida, donde controlan un territorio seguro y cuentan con una red de fieles colaboradores. A Provenzano le encontraron siguiendo una bolsa con ropa limpia.

Playboy y presumido

El actual capo de la Mafia, un 'killer' de los Corleone que cometió su primer asesinato con 18 años, empezó su huida en 1993. Ya era capo de la comarca de Trapani, el oeste de la isla, y huyó con su padre, el jefe del clan, Don Ciccio (léase Chicho). El patriarca murió a los cinco años y su hijo dejó el cuerpo preparado para el funeral en un descampado. Desde entonces, aunque está desaparecido, en cada aniversario le pone una esquela en 'Il Giornale de Sicilia'. Messina Denaro ha mamado los códigos de Cosa Nostra y uno de los 'pizzini' -los trozos de papel utilizados para comunicarse dentro de la Mafia- que le escribió a Provenzano es revelador: «Yo me veo reflejado en usted, y creo en nuestra causa, he crecido en esto y así será hasta la muerte». Por ello parece haber sido indicado desde la cárcel por los jefes históricos para tomar el mando, aunque en la cúpula de la Mafia se ha abierto un vacío de poder por primera vez en décadas y se temen guerras internas.

Sin embargo, Messina Denaro también ha marcado una ruptura en muchos aspectos. Lejos del perfil familiar y austero de la tradición, tiene fama de 'playboy', se le conocen varias parejas y de joven le gustaba presumir. Lucía Rolex Daytona, vestía Armani y conducía un Porsche. Según la leyenda, quería equiparlo con metralletas como el personaje de cómic italiano Diabolik, que es uno de sus alias. Del mismo modo le gustan los videojuegos y una de sus amantes le prometía en un escrito que le iba a regalar el 'Donkey Kong 3'. Su historial toca España, porque según medios italianos se operó de estrabismo en 1994 en la clínica Barraquer de Barcelona. También padecería una insuficiencia renal que le obliga a vivir con un equipo de diálisis.

«A pesar de que es un terrible criminal goza del apoyo de la gente, es visto como alguien capaz de resolver cualquier problema», ha dicho Massimo Russo, uno de los magistrados antimafia de Palermo. Prueba de ello es lo ocurrido en enero en su pueblo, Castelvetrano. Se celebró un encuentro en el teatro municipal para los estudiantes del instituto con el fiscal de Palermo, Antonio Ingroia, y un periodista que ha escrito un libro sobre Messina Denaro. Era para recordar al magistrado Paolo Borsellino, mártir de la lucha contra la Mafia junto al juez Falcone. Sin embargo, los dirigentes de la escuela invitaron a los chicos a no ir. La excusa oficial era que también estaba presente un 'arrepentido', Vincenzo Calcara, y los jóvenes «no tienen nada que aprender de ese personaje». La sala se quedó vacía.