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CARTAS AL DIRECTOR

El sistema a debate

GASPAR CATALÁN.
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Se iniciaba la calamitosa década de los años 40 del pasado siglo, los veteranos de hoy fuimos los niños de aquel desastroso ayer, nos tocó superar una larga etapa llena de privaciones y sacrificios de toda índole, en sólo 14 años tuvimos que pasar de nuestra infancia a convertirnos en personas adultas, nuestra adolescencia y juventud quedaron muy condicionadas por nuestra temprana incorporación al mundo del trabajo, nuestro futuro quedaba exclusivamente supeditado a nuestra capacidad para realizar un gran esfuerzo cotidiano. Educados en un ambiente casi infrahumano, fuimos capaces de forjar una generación que transformó la vida en Puerto Real, nos convertimos en una localidad de inmigración, con un elevado nivel económico, social y cultural; nuestra solidaridad, ingenio y creatividad, nos llevaron a ocupar un lugar de privilegio en la Bahía de Cádiz. ¿Qué queda de todo aquel rico caudal? Unos nostálgicos para contarlo.

Ahora estamos conviviendo generaciones con circunstancias muy dispares, que nos deben conducir a sacar una conclusión: en épocas de precariedad el ingenio se agudiza, en épocas de opulencia el espíritu de superación se relaja, casi desaparece. A los niños de los años 40 nos ha tocado vivir el punto de inflexión. Desde 1949 que ingresé en Matagorda, he venido disfrutando de un crecimiento anual de mi salario tanto profesional, como jubilado, pero cuando menos lo esperaba surge una orden cancelando dicho crecimiento y congelando los salarios; son cosas del sistema. ¿Pero, qué es en realidad el 'Sistema'? En principio debemos decir que se trata de una denominación que tiene múltiples aplicaciones.

Un sistema es «dinámico» cuando posee movimientos progresivos, es «estático» cuando los elementos que lo componen están en reposo; el sistema incluso puede ser negativo y hasta perverso, si los elementos que lo componen y tienen la obligación de dirigir los movimientos, realizan estos en sentido contrario al que determina la razón. En definitiva el sistema para que funcione tiene que contar con unos objetivos positivos a corto, medio y largo plazo; no puede estar sometido a intereses partidistas, a ocurrencias ocasionales, circunstancias coyunturales, oportunismo o popularismo.

Ahora de forma sorprendente el sistema está cuestionado, lo que fue bueno hasta 2010 resulta que ya no sirve, nos ha proporcionado los mejores 30 años de la historia de España, «jugábamos» en la mejor liga del mundo, ganábamos a Italia y Francia, en todas las dunas habían brotes verde, liderábamos la Alianza entre Civilizaciones, teníamos encuentros interplanetarios, nuestra banca era la mejor del mundo. ¿Qué ha pasado? -Simplemente que no estamos preparados para asumir que el sistema es también alternativo.